"...Tuve un amante que ensalzó
mis caderas
y mi forma de amar intensa y silenciosa...."
"Aurora"
Goya Domínguez
Reseña biografica
Poeta, novelista, ensayista
y traductora española nacida en Barcelona en 1940.
Hija del famoso editor
y poeta Josep Janés, es licenciada en Filosofía y Letras y Maître ès Lettres
por la Universidad
de la Sorbona en Literatura Comparada.
En 1997 obtuvo el
Premio Nacional de Traducción por el conjunto de su obra. Su obra
poética también ha sido
galardonada con importantes premios entre los que se cuentan: Premio
Ciudad de Barcelona 1983 por «Vivir»,
Premio Ciudad de Melilla 1998
por «ArcAngel de sombra» y Premio de poesia Gil de Biedma
por «Los secretos del
bosque». Parte de su obra, traducida a más de veinte idiomas, está contenida
en los siguientes volúmenes:
«Las estrellas vencidas» en 1964, «Límite humano» en 1974, «En busca de
Cordelia» y «Poemas rumanos» en 1975,
«Antologia personal» en 1979, «Libro de alienaciones» en 1980, «Eros» en
1981, «Kampa» en 1986, «Fósiles» en 1987,
«Rosas de fuego» y «Diván del ópalo de fuego» en 1996, «La indetenible
quietud» en 1998, «El libro de los pájaros»
en 1999 y «Paralajes» en el año 2002. ©
Amiga
Capaz de
reverbero...
Carta III
El banquete que os propongo es
para el día de mi muerte...
En el umbral oscuro la
copa destelló...
Esperaré paciente...
Estuve con un joven...
Eurídice
Fue al alba...
Halova
Herido el árbol...
Irremediablemente
Isla del suicidio...
Los latidos estallan en mis
labios...
Me dejaré morir en tu
silencio...
Me he despertado de pronto...
No sé
Nota II
Ojos
Oyes esa
música...
Paso a paso...
Pido
Revuelta con el viento...
Ya se acercan las manos...
Amiga
Te brillaban dos lágrimas
por fin nos despedimos
sin poder
compartir el aluvión de noche
pero tú me sabías
rompiéndome en aceras
recorriendo senderos sin
gravedad deshechos
alejándome progresivamente
por el vasto universo de
veloces esferas
desde aquel chorro negro en cuyo centro
el yo
se
quedaba en la ráfaga
el punto
donde nada ni nadie
sólo el deseo con
su vientre de lava
la muerte por los brazos cargando pesadez
cargando
frío
dejándolos colgar desasiéndose aplastándose
la cabeza también
como un cometa dormido rodando
a miles de kilómetros ya la vez
en tus
pupilas húmedas
brillantes como estrellas en el agua de la noche
de
esa noche
cuando abierto y desnudo el corazón
como las rosas que
desnudan su cráter
y el cuerpo les da vueltas
como fuego en racimos
devorador de órbitas elípticas que ensanchan el espacio infinito
dejaba
sólo sólo sólo
ese punto
lejano y arraigado
negro insaciable pozo
de tortura y destello
que reclama violento
más viento entre los sauces que lloran
más delirio en las cascadas
irisadas
más cobijo en las manos de la lluvia
más temblor en el beso
de la tierra
y agónico
encuentra nada más el pánico
de miembros
desarmados
y se entrega fieramente
al sueño extraño
en la ebriedad
y veneno
de un instante de amor
propio
inasible
incomprensible
inexpresable
intransmisible
incomunicable
incompartible
a
penas
un ahogo
perecer
y todo
en tu pupila
impregnada de infancia.
"Libro
de alienaciones" 1980
Capaz de reverbero...
Capaz de reverbero
el vacío musita
e incisiva se inicia la vibración
como grieta en la nada.
En su alear asciende,
para a la llama, el
verbo,
y fluye virginal lo tangible.
Oh forma que detiene sucesiones
mas incesante mana.
Mece Orfeo la serpiente
y el veneno transmuda
de letal violencia
en lasitud de uva,
melosa y apacible,
que oro solar anuncia
y
rosijo encendido,
rubor de la espesura.
Cual fuego de artificio
se eleva la voz de la soprano
y en racimo
se esparce
y destella cadencias que titilan
antes de que devore su
fulgor la sombra.
También existe un ave
que en arco esplendoroso
más de doscientos pájaros
remeda con su don.
Es mi amado el que
siempre está escondido,
el que no osa tomar cuerpo en este barro,
el
que apenas esboza su existencia:
un asomo de ser que no se agota.
En
mi tumba la alada madreselva
con su aliento susurra y resucito
virgen
de cuerpo y de palabra.
II
Sin ver si tu invisible ser
en mis entrañas:
tu voz en
los celajes de mi noche.
Al hilo indescifrable de tu mente,
mi mente,
ciega, sin error se adecua,
sabiduría oculta:
número de la llama.
"Antologia personal"
1979
Carta III
Nunca sabré de ti,
y eso lo supe
desde el primer encuentro.
Esta certeza tiene tanta fuerza
que es
como si tuviera noticias
tuyas
a cada momento.
"Libro de alienaciones" 1980
El banquete que os
propongo es para el día de mi muerte...
El banquete que os propongo es para el día de mi muerte
y responde al
amor que yo siento y deseo:
pido que se me coma,
que mi ser en no ser
no se mude
sino en puro alimento;
comunión caníbal suplico,
génesis
en el otro.
Nadie quiere comerme,
enferma estoy de amor.
"Vivir" 1983
En el umbral oscuro la
copa destelló...
En el umbral oscuro la copa
destelló
y en mi mirada se adentró
la filigrana de la plata.
Bebe ,dijo su portador:
Y bebí sus ojos en el vino.
Y bebí el vino en sus labios.
Y él bebió sus labios en los míos.
Y encendí las velas.
Desplegó una sábana azul
que abarcaba los ocho cielos
salpicados del oro de los astros
y me envolvió y a sí mismo, en ella.
Y como el entero firmamento
me abrazó.
Y se adentró en mi vida
y en aquella noche
la deshojó hasta la tersura del alba.
Con el tacto del más leve pétalo
se dobló su cabeza en mi cuello,
sus bucles negros
emitían un aroma de abismo.
Y por su boca
besé yo la muerte,
y en torno a mí
replegó las alas.
La luna se quebró
en vertientes de nieve.
Los arrecidos astros desmayaron.
La gravedad estalló.
Un torbellino urente
abrió su espiral
a lo infinito.
Lluvias de meteoros
abrasaron los círculos
de la oscuridad.
Esperaré paciente...
Esperaré paciente,
acechando, como un perro, el momento.
O me iré por la selva de tus versos
abriéndome camino lentamente
por ocultos senderos,
por pequeños
resquicios
que has dejado entreabiertos.
"Kampa" 1986
Estuve con un joven...
Estuve con un joven
y
supe al fin lo que era
el violento arrebato, la agilidad vibrátil,
cavidades melosas en la carnosa pulpa
suavemente entreabierta
hasta el
linde dehiscente,
el perfecto engranaje,
la densidad precisa de jugos
derramados,
la inclinación debida,
la posición exacta,
y la
sabiduría del mutismo,
la belleza de un glande.
"Eros" 1981
Eurídice
La mano en el saúco del
leteo,
la sombra sigue insomne
de otra mano,
una mano que nombra,
que desbroza el camino,
que pasa a limpio
los nombres de las cosas.
Pero el rostro,
que nunca fue,
que no hallará reflejo
en unos ojos
fielmente vueltos ya
para siempre hacia sí mismos,
estalla por encima de los pasos
y deja que la aurora
con el sol lo arrebate y arrastre
por la terrible orilla de los tiempos.
Siga el pie, ciegamente, pues, la huella
que ahuyenta
toda la confusión,
y tú, avanza,
acosada cabeza aún de los abismos,
con el rostro encendido
y el cabello derramado entre los vientos.
Y los ojos en lágrimas,
en la paz y el dolor,
teje un lamento
al malhadado y fiel Orfeo,
¡oh pobre, despojada del infierno,
delirante,
ya para siempre solitaria
Eurídice!
De "Antologia personal"
1979
Fue al alba...
Fue al alba,
perdona por la hora.
Tus párpados del sueño callaban
debajo de mi almohada
y al irrumpir la luz primera
se dibujó en el
blanco
tu entrecejo fruncido
y tu voz murmuró unas palabras.
En el
candil
dejaste un gesto de fatiga
y luego
tu mirada me llamó
desde las rosas.
Corrí a abrazarlas
y me senté a la mesa
y en el
papel vacío
seguí los trazos
que tu mano deslizaba.
Desenredó del
miedo
el oculto sentido,
del miedo a
ya no ser para ser con,
del miedo a no saber
si uno
podrá abarcar esa divina mutación
de ser en uno dos,
siendo arrancado
y arrancando así al otro de la muerte.
Y en la página
tomó vivo
sentido
la palabra
resurrección.
"Kampa I - Antologia personal" 1979
Halova
¡Era una chica tan alegre!
En clase se reía sin parar.
Se equivocaba siempre en las declinaciones
y sin embargo podía hablar de todo
e incluso pronunciaba bien la r .
Ella me hizo leer a Nezval ya Jiri Orten
como quien no hace nada,
como si se tratara tan sólo de un azar.
Yo sentía vergüenza de mí
misma
y de mi destino trágico,
y hubiera querido salir de mi
desesperación habitual
para acercarme a ella
y decirle, aunque fuera
una vez:
sí, tú tienes razón.
Mas, cuando lo intentaba,
las
palabras se negaban a salir...
Era como si yo, reuniendo mis fuerzas,
emergiera del pozo de las
sombras,
pero a pesar de todo, el espacio que nos separaba
resultara
irremediablemente infranqueable.
"Libro de alienaciones" 1980
Herido el árbol...
Herido el árbol,
su fragancia me cubre,
¡oh amable delirar
mientras giran los astros!
Una llama seduce
el humo de los sueños que me acunan.
Vela mi corazón aunque yo duerma.
Irremediablemente
Mueren las rosas
a pesar
de la lluvia.
Mi corazón doliente
poco alimento
puede cederles ya.
Dame la mano.
Tu agonía
en la mía
logrará ser más fuerte
que el
agosto
y teñir con su sangre
ese desesperado
último aliento,
cerrar el grito
que nos lanzan
desde el color marchito
que casi
envuelto en oro
amenaza irremediablemente sus corolas.
"Kampa" 1986
Isla del suicidio...
Isla del suicidio
en
apariencia muda,
arranca la sonrisa
de tu cara.
Muestra la
ambigüedad
de tus aromas,
de tus viejas
cuyos ojos vuelven la
espalda,
de tus hermosos jóvenes con la mueca drogada.
En tu silencio, isla,
hablas y hablas,
pero no se limita la opción
a tu propuesta
entre el pasado la nada o la distancia
No,
no se puede salir, dice Holan,
por puertas
que en las
paredes
están
sólo
pintadas.
"Libro de alienaciones"
1980
Los latidos estallan en
mis labios...
Los latidos estallan en mis
labios
que ya apenas murmuran:
come, death, and wellcome!
Sobre el ansia desértica
de tu
carne de agraz arboladura
la luna se desmaya
cubriendo de pudor
descuartizados miembros,
que en la sangre recogen
el aullido cortante,
los amorosos restos de mi cuerpo.
"Eros" 1981
Me dejaré morir en tu silecio...
Me dejaré morir en tu
silencio,
que de noche me diste de comer
los frutos del cerezo
en
tu alcoba de sombras
sangrantes de perfume
y nada más deseo.
Me dejaré morir en tu silencio.
"Kampa" 1986
Me he despertado de pronto...
Me he despertado de pronto,
tú me estabas gritando enfurecido
destrozabas la noche,
rompías en
pedazos la materia.
He comprendido entonces
tu obsesión
por las
manos manchadas de sangre
También yo mataría,
incluso a ti:
me
haces soñar sin tregua,
no me dejas dormir.
"Kampa" 1986
No sé
Soy hermosa y mi piel es suave
y el viento del mar me devuelve rocío
de tiernas tersuras.
Mi cabello perfumo y adorno de áurea madreselva
y
mi pecho es redondo y casi virginal.
Tuve un amante que ensalzó mis
caderas
y mi forma de amar intensa y silenciosa.
Podría ser aún como
un río de luz en tus brazos.
No sé qué te retiene, si furtivo, he visto
un destello de ardor en tu gesto al pasar.
Can I go forward when m y heart is here?
No conozco la
astucia,
no soy como la hoja del chopo
que en oruga se oculta y
arracima
antes de dar su tierno cuerpo al viento,
soy clara y sin
pudor,
soy entera y tajante,
y no sé seducir.
"Eros" 1981
Nota II
sobre unos versos que nacieron
espontáneos
A veces el poema es el
objeto o don
y con más evidencia
pone de manifiesto ese propósito:
dar luz a una palabra
sin quitarle su magia
o ser depositario
de
una visión o de un sentir
que toma cuerpo
en sílabas contadas.
"Vivir" 1983
Ojos
Me has acorralado
y con
odio agarrado mis solapas,
me has empujado hacia un rincón
y me has
golpeado
hasta dejar tinto de sangre
el aire mismo,
y así y todo,
he aquí que todavía me levanto
y mirándote te digo:
ahora mismo,
en
este momento lo decido,
haré donación de mis ojos
aunque tenga que
llevarlos
mi asesino.
"Libro de alienaciones" 1980
Oyes esa música...
¿Oyes esa música
que cruza como luz la oscuridad
mientras la oscuridad gira
y yo con ella?
¡Con qué fuerza
se
abre paso
y llega incluso
a mi lugar más remoto
cercado también de
sombras!
Pero el latido
que brota allí
nadie lo oye.
Nadie, como yo,
sabe
que existo
y creceré
y amaré
como aman estos brazos
que
me sostienen
porque no sé andar aún...
Pero escucha, escucha:
todos los
árboles se mecen
en la música.
Y en mi interior,
donde un secreto sol
me hace
adivinar
el sol secreto
de la oscuridad.
Paso a paso...
Paso a paso
Desconfía de
aquellos
que no han considerado nunca
el suicidio.
Van haciendo
paso a paso el camino,
cegándose al abismo que siempre acosa al hombre
Entran en la matemática rueda
de la materia.
Se hacen
invulnerables a la desesperación.
Cuentan incluso, fríamente,
con el
corazón.
"Libro de alienaciones" 1980
Pido
Prisionera de un pánico invencible,
y aunque sé de la inutilidad de
todo sueño,
desde esa cárcel torturante que es la vida,
pido la
autonomía total del hombre
y el derecho a no justificar para nada
su
existencia.
"Libro de alienaciones" 1980
Revuelta con el viento...
Revuelta con el viento
mi alma has arrastrado
hasta la orilla de tu alma.
Mas mi cabeza
anclada en ese cuerpo
se revela contra la distancia
y poseída asedia
tu aislamiento.
Te busca fieramente en tus palabras
con los ojos
heridos
en medio de un incendio.
"Kampa" 1986
Ya se acercan las manos...
Ya se acercan las manos,
innumerables manos,
negras manos,
a
cegarme los ojos,
a detener mis piernas,
a secarme las venas,
a
posarse insistentes
a lo largo del cuerpo
y dejarlo sumido en lo
negro.
Harán saltar la lengua,
los dientes,
corazón y riñones,
intestino y cerebro...
Amiga de la entraña, tan lejana,
acércate un momento
y con tus
juegos
distrae esta terrible oscuridad.
Dame un río de fuerza
desde
el vientre,
como antaño.
Siquiera suficiente
para alejar
las manos.
Estas manos
que
negras
e impertérritas
me van cercando.
"Libro de alienaciones" 1980