"...No escribo con más tinta
que la traza de tu flujo
pero voy hacia tu cuerpo y la vida no se escribe..."
verso por la vida
"The virgin"
Gustav Klimt
Reseña biograficaPoeta, narrador, ensayista y catedrático español nacido en Lugo en
1956.
Estudió Filología en Santiago de Compostela. Desde la
publicación de su primer libro en 1979, «Poemas de amor
sem morte», es considerado como el pionero de la poesia erótica gallega.
Posteriormente publicó «Tigres de ternura»
en 1981 con el que obtuvo el Premio Nacional de la Crítica.
Fue
catedrático de literatura en Galicia y profesor visitante en varias
universidades de la ciudad de Nueva York
y de la Alta Bretaña en Rennes. En 1999 apadrinó a José Angel Valente en
su investidura como doctor Honoris Causa
de la Universidad de Santiago donde actualmente dirige la cátedra de
poesia y Estética, además de ser profesor de la
Facultad de Humanidades de Lugo.
Entre las obras publicadas
sobresalen: «Historia da Lua» en 1984, «A boca violeta» en 1987, «Cebra»
en 1988,
«A unha muller descoñecida» en 1997 y «Rastros de vida e poesia» en el
año 2000, en colaboración con el pintor
Eugenio Granell. ©
Al encuentro de la lluviaÁmame anarquistaAmor sin muerte
DentroHotelLa cabellera(fragmento)Luis Pimentel
Más alláMás allá de la saudade Morderá esta lengua como
el crótaloMuseoOraindikpoesiaPuenteTrenTu boca
violetaTú no
tienes otro nombre más allá de ti mismaYo soy el amor, el
amante y el amado
Al encuentro de la vulvaAbandono
de nuevo
el verso por la vida
proteica
abandono la palabra
al encuentro de la vulva.
De "A boca
violeta", 1987
Ámame anarquista
Ámame anarquista
frenéticamente
mientras desato y suelto
el pañuelo que sujeta
tu cabello
y libero a tu pecho
ya sin freno
ya sin sentido
siempre hacia la frontera
roja y negra
y violeta
ámame hacia la izquierda
cara a cara
hacia la noche
hacia ti
siempre hacia ti misma
Ámame anarquista
mismo contra mí mismo.
De "Tigres de
ternura" 1981
Amor sin muerte
Lengua lame emboca
resbala lábil
lenta lengua en el lodo en que yacente
despierta
resbala sierpe húmedamente
y ardiendo de vidriados ciñe hábil.
Labios consagrados
nervio a nervio
detrás delante al cabo frente a frente
gamuzas como pubis refulgente
y detenidos en el tiempo verbo a
verbo.
Piel con piel nácar en
la carne
almizcles congelados por la aurora
espasman y jadean en la
materia que arde.
Y la vida se prolonga serena e infinitamente.
De Poemas de amor sen
morte, 1979.
Dentro
Yo sé que existo
porque puse una mano sobre tu vientre
y sólo tú estabas dentro.
Hotel
Todo amor tiene un
espacio.
Todo espacio un vacío.
Y nos llenamos de nosotros
vaciándonos de nosotros.
La cabellera
(fragmento)
Yo nací en un país verde finisterre que vago
errante tras manadas de vacas.
Incierto hijo soy de las tribus
móviles que sólo se
detuvieron cuando se les acabó el mundo.
No tengo otras raíces que
las de la espora ni
otra patria habito que la del viento.
Me siento de la estirpe de
aquellos pueblos nómadas
que nunca se constituyeron en estado.
Nuestro espíritu conoció el
abismo y el sentido
telúrico del entorno normal.
Nuestra historia es la del pueblo que
perdió el
norte y se confundió con los bueyes.
Pero yo recuperé el norte en
medio del naufragio
fluyendo sensualmente de la cabellera de la luna.
Y la inmensa
cabellera es laberinto en el que
solamente hablo a quien yo amo.
De "A boca
violeta", 1987
Luis Pimentel
¿Te acuerdas amigo Luis de Lugo libre
antes del espanto sobre el
fango?
Entraba la mañana por tu plaza
y la luna abandonaba los
bancos de la alameda.
Desde la ventana acristalada
veias levitar
tu ciudad
en el espejo que llevaba un obrero
encima de la cabeza.
Bajabas con cuidado
por no romper las sábanas de niebla
y
lentamente sólo tú paseabas.
(Lejos los arrabales se acercaban).
La música del palco
ponía guantes blancos a las banderas.
Después
llegaba el atardecer:
la hora en que la ciudad era paisaje.
Por la
calle subían las casas en muletas
y las murallas se dormían redondas
y suaves.
Tu decías: «Atardeceres de mi villa,
largos, casi
eternos.
(Los años pasan rápidos;
los días, lentos)».
Y Lugo se
abandonaba a la noche
vigilado por su poeta de guardia.
Pero una noche de lenta puesta de sol
desamparaste de versos
tanta calma.
Y tu que creías que en un pueblo pequeño
no había
asesinos
comprendiste que la ciudad había muerto.
Con nadie podías
cambiar tu sonrisa
y todos los rostros resultaban forasteros.
Para
ti jamás volverían a ser alegres
las banderas que sangran anilina.
Los arrabales abatidos a balazos
quemaban los últimos harapos
y los surcos se abrían a los cadáveres
que llenaban de metralla las
vísceras de la tierra.
y cada verso que escribías
resultaba ser un
surco de lágrimas
que se convertía en cuneta.
¿Te acuerdas amigo
Luis de Lugo en luto
bajo la sombra fugacísima de las balas?
Poeta en nicho
cruzaste todavía el puente del terror
y hubo
más palabras para tus versos.
(Tú sabías que la ciudad había muerto).
Seguramente un día
saludaste a mis padres
en el parque o en la
alameda
y me dijiste algo
porque yo ya había cumplido
y
mantenía implacable la alegría.
Pero tu sabías como nadie
que los
niños también mueren
que existen niños solitarios y tristes
extraños niños
que conocen la muerte.
Prematuramente desvelado
yo nunca olvidé tu canción
para que un niño no duerma.
(En los
arrabales ya no quedaban niños).
¿Te acuerdas amigo Luis de tanta
sombra
sin luces por la bruma de Lugo?
De "Lugo blues", 1987
Más allá
Cuando
nos abrazamos
vamos
a otro mundo
donde
nos abrazamos
y marchamos
a un trasmundo
donde
nos abrazamos
y donde tal vez sólo
nos abrazamos.
De "Tigres de
ternura", 1981
Más allá de la saudade
Yo, que tantos hombres he sido
Borges
Porque de tantas vidas que tuve estoy ausente
y soy, a la vez soy aquel hombre que fui.
Neruda
Tú,
que tantos hombres has sido,
no fuiste aun
aquel
que subió conmigo
a las montañas nubladas,
donde está
escrito:
«Ellos vendrán.
Vendrán erguidos
por la oscura niebla
donde
levita Galicia.
Los caballos serán fulgurantes.
Las botas altas y
negras.
Azules las miradas y las casacas;
las fustas, negras.
Traerán un aroma a roble,
una hoz y una bandera roja.
Bajarán por
la gándara
enamorando a las doncellas.
Quizás vengan dos.
Los
caballos azules.
Botas y espuelas negras.
La bandera, roja.
Uno traerá la hoz,
otro la esperada enseña.
Recitarán a Ossián,
agotarán las cepas,
hablarán de los hombres de las pallozas antiguas.
Bajarán por la
gándara,
relampagueante de cascos,
silenciosa de estoicos
guerreros.
No lo olvidéis.
Ellos vendrán por la oscura niebla.
Uno será un caballero,
traerá hoz de bronce,
y en el porte mítico
veréis
que desciende de Breogán.
El otro será apacible,
traerá
la palabra
y vendrá con el estandarte rojo.
Que la tierra que
pisen sea fmne,
el vino noble y las mujeres propicias».
Mientras,
a mi me sucede lo contrario
que a Pasolini con
Gramsci:
estoy contra ti en la luz,
más contigo en las oscuras
tinieblas.
y es que yo creo en la lógica de las cosas,
pero no
creo en la lógica.
Por eso fui tantos hombres
como mujeres tuve.
Y por si alguna vez nos encontráramos
recuerda que yo subí a la
cumbre de la montaña,
que divisé el abismo
y que bajé por ti.
Recuerda,
que estoy esperando el día
que serenes tu palabra,
liberes de nuevo el grito de los antiguos
y me digas que estás
dispuesto a subir.
Entonces lo dejaremos todo,
quemaremos la
última noche que nos queda,
y en los caballos azules
subiremos a
las montañas nubladas,
traspasando la oscura niebla
donde levita
Galicia
y donde termina nuestro laberinto.
Juntos cazaremos todos
los ciervos pardos
y regresaremos cubiertos por pellejos de lobo.
Después nos perderemos en los barrancos,
librando cadenas,
prendiéndonos de cabelleras femeninas,
hasta consumar el ciclo, .
allá,
donde no hay estado, ni dios, ni poder.
De "Poemas de amor sen morte" 1979
Morderás esta lengua como el crótalo
Trazas con tu verso
caracolas
prendida en espirales de olas marinas
y me llevas a un
astral acuario íntimo
fluyente como la historia de la luna en la que
arde
tanta pasión plural por la ternura.
Nuestra común lengua
humedecida
se moja como el pastizal entregado al crepúsculo
y
fértil devuelve las manzanas en auroras
y hace surgir la sierpe por
el seto de la selva.
Me escribes en la lengua que nos une
que
acaricia, penetra y que ilumina
que casi comunica lo que las manos
comunican
y pronuncia casi lo que callan los labios.
Estaría dispuesto a
renunciar al poema
y ser pasiva musa con tal que tu cantases
y ser
la negra sombra o ser el huésped blanco.
Yo sé que bañarás en
los mares de la dulzura
-de amor dirás palabras que tu cuerpo
escribirá mis versos liberado-
cada una de las palabras que me
escribas
y sé que cada vez que arda tu boca
morderás esta lengua
como el crótalo.
De "Historia da Lua",
1984
Museo
Todo existe para que tú
seas.
Tú eres para que todo exista.
Y tú estabas allí absoluta
y soberanamente existiendo.
Oraindik
Quizás el
destino trazará en el tiempo
una historia de amor ocurrida en
lituania
o una guerra absurda que me lleve lejos
o que me lleve a
la muerte sin conocer donostia.
Quizás moriré en transilvania de paso
o en un berlín equívoco
arropado de idiomas.
No sé si volveré a verte y ni siquiera
tengo
asegurado tu recuerdo en el barro
mas sé que hasta es posible en
ondárroa
anidar en tu vientre varios siglos fértiles.
No volver a
vernos o vivir siempre juntos
son tan sólo variantes de un azar ya
cierto.
Tú y yo nos juntamos para sentir lo intenso
y pase lo que
pase cuando envejezca en lugo
o muera en bizancio o sobreviva en
praga
diré si me preguntas con rotunda certeza:
te quiero todavía
te quiero oraindik.
De "A boca
violeta", 1987
poesia
No escribo con más
tinta
que la traza de tu flujo
pero voy hacia tu cuerpo
y la
vida no se escribe.
Puente
Yo vine desde antes de
los orígenes.
Tú estabas más allá de la otra orilla
y juntos
atravesamos todos los puentes.
Tren
Lo importante es irnos
y no donde vamos
y nunca llegar más lejos
que antes de partir.
Tu boca violetaTu boca
violeta boreal y venérea
levita por el cosmos inmensamente abierta
manando levemente lava rosa
en la hora horizontal de las cavernas de
carne.Tu boca
violeta es de hierro fundido
tiene el fulgor de la obsidiana en el
talle de las amazonas
y la impudicia polar de sus tangas de morsa.
Sobre magmas de ámbar orificios volcánicos
escupen saliva negra
contra el relámpago que hierve
en las tubulares sendas para el semen
letal.Tu boca
violeta tiene la dulzura de la leche más azul:
es como un diplodocus
que se amara en silencio
entre maíz zafiro y amapolas de grutas
uvulares.
Vamos a los puertos grises sobre petróleo blanco.
El
aliento lácteo que arremolinas petrifica mi líquido
y desata el
instinto de nadar a panteras.Tu boca
violeta de contornos infinitos
se entreabre a todo lo que sea de
lila.
Las montañas de azúcar de tu patria Pomona
y los lagos de
licores de jauja o de cucaña
resbalan mansamente por utopías lascivas
mientras muerde el rubor y gallonas las vulvas.Tu boca
violeta boreal y venérea
abocina tus labios con gestos de gruta
y
a latigazos irrumpe eruptiva y volcánica.Amo
la lengua de sierpe que se enrosca y se estira
como funda de fruta o
piel de ventosa
que nos lleva adonde la aurora no preludia arenarias.
Amaré tu lava sobre todas las cosas
y el bilabial crepúsculo sabrá como hablo.
De "A boca
violeta", 1987
Tú
no tienes otro nombre más allá de ti misma
De los nombres
de la amapola y de la violeta
de entre todos los nombres del anillo
yo prefiero la palabra compartida en silencio.
Para vivir yo
pido no conocer más nombres.
Es suficiente con saber que se
revela
cuando el pecho reposa sobre el pecho
y los miembros se
entrelazan como la vid
cuando las manos recobran los abrazos
y los
pubis se confunden donde se fragua el hierro.
El nombre más
exacto el punto cumbre
se revela en un tiempo sin memoria
y los
poros se entreabren a otros poros
y los ojos se derriten poco a poco.
Igual que la
caracola besada por la espuma
tú no tienes otro nombre más allá de ti
misma.
De "Historia
da Lua", 1984
Yo soy el amor, el amante y el
amado
Libertaria manzana
fruta de la vida
te siento dulce y suave en el suspiro:
eres azul
ensueño de las rotundas esferas
que armoniza la poesia con camelias
sensuales.
Yo quisiera que
forjáramos juntos
un lecho de amapolas y violetas
edificando
nuestro tiempo en las miradas
que descubren la mujer que hay en
Galicia.
Pétalo cada poro eres
amapola
de rojas mejillas y suave aroma
a manzanas camoesas.
Subversivo rubor
nace de la sangre que nutre tu mar en cabellera
como surge el alecrín en la noche cerrada.
Mujer alegre flor de
tojo eres violeta
que quiere crecer libre por los campos
cual
retozan los bucles en el pubis y en la frente.
Tú tiñes de color lila
mis anhelos
llovidos en común patria nublada.
De tu nación de niebla
que comparto
me quedó esta hondura verde y húmeda
me quedó este
silencio estas palabras
que hoy te dirijo desde la bruma.
Hay palabras en esta
lengua que acarician
como tus ojos de almendra y de vieira
palabras fluviales para un cuerpo de gacela
cubierto de una piel de
olas señeras:
Galicia habla en nosotros como la ternura.
Siento agitarse en ti
fruta marina
la simiente de la vida en la naturaleza
y soy el
pensamiento cuando amo
y soy el sentimiento cuando escribo
y soy
el amor el amante y el amado.
De "Historia da
Lua", 1984