"...Con un olor de olvido en
los cabellos,
con un sonar de venas misteriosas..."
"La Toilette"
Pablo Picasso
Reseña biografica
Poeta y
narrador chileno nacido en Santiago en 1893.
Perteneció a una familia de
rancia aristocracia donde siempre se respiró un gran ambiente intelectual.
Antes de cumplir
los veinte años publicó su primer libro de poemas, «Ecos del alma», donde
dejó entrever el modernismo que declaró
oficialmente en su manifiesto «Non Serviam» en 1914.
Es considerado
como uno de los poetas vanguardistas más importantes de la primera mitad del
siglo XX.
Creó y difundió con mucho éxito la corriente del «Creacionismo», en la que
se resume lo mejor del cubismo y el futurismo.
Vivió en Paris donde trabó amistad con grandes vanguardistas de la época
como Apollinaire, Jean Cocteau, André Breton,
Pablo Picasso y Juan Gris.
Entre sus obras destacadas pueden señalarse,
«Altazor» 1931, «Temblor de cielo», «Poemas árticos», «Ecuatorial»,
«Tour Eiffel» y «Hallali».
Falleció en 1948. ©
Adiós
Alerta
Altazor
Prefacio
Canto I
Canto II
Canto III
Canto IV
Canto V
Canto VI
Canto VII
Aquí
estamos
Arte poética
Astro
Balada de lo que no vuelve
Balandro
Bay
Rum
Campanario
Camino
Cantar de los cantares
Casa
Cruz
Depart
Días y noches te he buscado...
Égloga
El célebre océano
El espejo de agua
El paso del retorno
Ella
Emigrante a América
Estrella hija de Estrella
Eternidad
Exprés
Fatiga
Gare
Hijo
Hija
Horas
Ilusiones perdidas
Invierno para beberlo
La poesia es un atentado celeste
La vida es sueño
Marino
Me alejo
en silencio como una cinta de seda...
Monumento al mar
Niño
Noche
Paquebot
Para llorar
Quiero desaparecer y no morir...
Ruta
Señora
Solitario invencible
Sombra
Una mirada para abatir los
albatros...
Vaso
Viajero
18
Adiós
Paris
Una estrella desnuda
Se alumbra sobre el llano
Esa estrella la llevara en mi mano
En Notre Dame
los Angeles se quejan
Al batir las alas nacen albas
Mas mis ojos se alejan
Todas las mañanas
Baja el sol a tu hostia que se eleva
Y en Montmartre los molinos
la atmósfera renuevan
París
En medio de las albas que se quiebran
Yo he florecido tu Obelisco
Y allí canté sobre una estrella nueva
ADIÓS
Llevo sobre el pecho
Un collar de tus calles luminosas
Todas tu calles
me llamaban al irme
Y en todas las banderas
Palpitaban adioses
Tus banderas de los nobles ardores
Al pasar
arrojo al Sena
un ramo de flores
Y entre los balandros que se alejan
Tus balandros que pacen en las tardes
Dejar quisiera el más bello poema
El Sena
bajo sus puentes se desliza
Y en mi garganta un pájaro agoniza
Alerta Media
noche
En el jardín
Cada sombra es un arroyo
Aquel ruido que se
acerca no es un coche
Sobre el cielo de París
Otto Von Zeppelín
Las sirenas cantan
Entre las olas negras
Y este clarín que llama ahora
No es un
clarín de la Victoria
Cien aeroplanos
Vuelan en torno de la luna
APAGA TU PIPA
Los obuses estallan como rosas maduras
Y las bombas agujerean los
días
Canciones cortadas
tiemblan entre las ramas
El viento
contorsiona las calles
CÓMO APAGAR LA ESTRELLA DEL ESTANQUE
Altazor
Prefacio
Nací a los treinta y tres años, el día de
la muerte de Cristo; nací en el Equinoccio, bajo las
hortensias y los aeroplanos del calor.
Tenía yo un profundo mirar de
pichón, de túnel y de automóvil
sentimental. Lanzaba suspiros de acróbata.
Mi padre era ciego y sus
manos eran más admirables que la noche.
Amo la noche, sombrero de todos los días.
La noche, la noche del
día, del día al día siguiente.
Mi madre hablaba como la aurora y como los dirigibles que van a
caer. Tenía
cabellos
color de bandera y ojos llenos de navíos lejanos.
Una tarde cogí mi
paracaídas y dije: «Entre una estrella y dos golondrinas». He aquí
la muerte que se acerca como la tierra al globo que cae.
Mi madre
bordaba lágrimas desiertas en los primeros arcos iris.
Y ahora mi paracaídas cae de sueño en sueño por los espacios de la
muerte.
El primer día encontré un pájaro desconocido que me dijo: «Si yo
fuera dromedario
no
tendría sed. ¿Qué hora es?» Bebió las gotas de rocío de mis cabellos, me
lanzó
tres miradas y
media y se alejó diciendo: «Adiós», con su pañuelo soberbio. Hacia las
dos,
aquel día, encontré un
precioso aeroplano, lleno de escamas y
caracoles. Buscaba un rincón del cielo donde guarecerse de la lluvia.
Allá lejos, todos los barcos anclados, en la tinta de la aurora. De
pronto, comenzaron
a
desprenderse, uno a uno, arrastrando como pabellón jirones de aurora
incontestable.
Junto con marcharse los últimos, la aurora desapareció tras algunas
olas
desmesuradamente infladas.
Entonces oí hablar al Creador, sin nombre, que es un simple hueco en
el vacío,
hermoso
como un ombligo.
«Hice un gran ruido y este ruido formó el océano y
las olas del océano».
Este ruido irá siempre pegado a las olas del mar y las olas del mar
irán siempre
pegadas
a él, como los sellos en las tarjetas postales.
Después tejí un
largo bramante de rayos luminosos para coser los días uno a uno; los
días que tienen un oriente legítimo o reconstituido, pero indiscutible.
Después tracé la geografía de la tierra y las líneas de la mano.
Después bebí un poco de coñac (a causa de la hidrografía).
Después creé la boca y los labios de la boca, para aprisionar las
sonrisas equívocas,
y los dientes de la
boca, para violar las groserías que nos vienen a la boca.
«Creé la
lengua de la boca que los hombres desviaron de su rol, haciéndola
aprender
a hablar...
a ella, ella, la bella nadadora, desviada para siempre de su rol
acuático y puramente acariciador».
Mi paracaídas empezó a caer vertiginosamente. Tal es la fuerza de
atracción de la
muerte y del sepulcro abierto.
Podéis creerlo, la tumba tiene más poder que los ojos de la amada.
La tumba abierta
con
todos sus imanes. Y esto te lo digo a ti, a ti que cuando sonríes haces
pensar
en el
comienzo del mundo.
Mi paracaídas se enredó con una estrella apagada que seguía su
órbita
concienzudamente, como si ignorara la inutilidad de sus esfuerzos.
Y
aprovechando este reposo bien ganado, comencé a llenar con profundos
pensamientos las casillas de mi tablero:
«Los verdaderos poemas son incendios. La poesia se propaga por todas
partes,
iluminando
sus consumaciones con estremecimientos de placer o de agonía».
«Se
debe escribir en una lengua que no sea materna».
«Los cuatro puntos cardinales son tres; el sur y el norte».
«Un
poema es una cosa que será».
«Un poema es una cosa que nunca es, pero que debiera ser».
«Un
poema es una cosa que nunca ha sido, que nunca podrá ser».
«Huye del sublime externo si no quieres morir aplastado por el
viento».
«Si yo, no hiciera al menos una locura por año, me volvería loco».
Tomo mi paracaídas, y del borde de mi estrella en marcha me lanzo a
la atmósfera
del último suspiro.
Ruedo interminablemente sobre las rocas de los sueños, ruedo entre
las nubes de la
muerte.
Encuentro a la Virgen sentada en una rosa, y me dice:
«Mira mis
manos: son transparentes como las bombillas eléctricas. ¿Ves los
filamentos de donde corre la sangre de mi luz intacta?»
«Mira mi
aureola. Tiene algunas saltaduras, lo que prueba mi ancianidad».
«Soy la Virgen, la Virgen sin mancha de tinta humana, la única que
no lo sea a
medias, y soy la capitana de las otras once mil que estaban en verdad
demasiado restauradas».
«Hablo una lengua que llena los corazones según la ley de las nubes
comunicantes». «Digo siempre adiós, y me quedo».
«Ámame, hijo mío,
pues adoro tu poesia y te enseñaré proezas aéreas».
«Tengo tanta necesidad de ternura, besa mis cabellos, los he lavado
esta mañana en
las nubes del alba y ahora quiero dormirme sobre el colchón de la
neblina
intermitente».
«Mis miradas son un alambre en el horizonte para el descanso de las
golondrinas. «Ámame».
Me puse de rodillas en el espacio circular y
la Virgen se elevó y vino a sentarse en mi
paracaídas.
Me dormí y recité entonces mis más hermosos poemas.
Las llamas
de mi poesia secaron los cabellos de la Virgen, que me dijo gracias y se
alejó, sentada sobre su rosa blanca.
Y heme aquí, solo, como el
pequeño huérfano de los naufragios anónimos.
Ah, qué hermoso... qué hermoso.
Veo las montañas, los ríos, las
selvas, el mar, los barcos, las flores y los caracoles. Veo la noche y
el día y el eje en que se juntan.
Ah, ah, soy Altazor, el gran
poeta, sin caballo que coma alpiste, ni caliente su
garganta con claro de luna, sino con mi pequeño paracaídas como un
quitasol
sobre los planetas.
De cada gota del sudor de mi frente hice nacer astros, que os dejo
la tarea de bautizar
como a botellas de vino.
Lo veo todo, tengo mi cerebro forjado en lenguas de profeta.
La
montaña es el suspiro de Dios, ascendiendo en termómetro hinchado hasta
tocar
los pies de la amada.
Aquel que todo lo ha visto, que conoce todos los secretos sin ser
Walt Whitman,
pues jamás he tenido una barba blanca como las bellas enfermeras y los
arroyos helados.
Aquel que oye durante la noche los martillos de los monederos
falsos, que son
solamente astrónomos activos.
Aquel que bebe el vaso caliente de la
sabiduría después del diluvio obedeciendo a las
pajamas y que conoce la ruta de la fatiga, la estela hirviente que dejan
los
barcos.
Aquel que conoce los almacenes de recuerdos y de bellas estaciones
olvidadas.
Él, el pastor de aeroplanos, el conductor de las noches extraviadas
y de los
ponientes amaestrados hacia los polos únicos.
Su queja es semejante
a una red parpadeante de aerolitos sin testigo.
El día se levanta en su corazón y él baja los párpados para hacer la
noche del reposo
agrícola.
Lava sus manos en la mirada de Dios, y peina su cabellera como la
luz y la cosecha de
esas flacas espigas de la lluvia satisfecha.
Los gritos se alejan
como un rebaño sobre las lomas cuando las estrellas duermen
después de una noche de trabajo continuo.
El hermoso cazador frente
al bebedero celeste para los pájaros sin corazón.
Sé triste tal cual las gacelas ante el infinito y los meteoros, tal
cual los desiertos sin
mirajes.
Hasta la llegada de una boca hinchada de besos para la vendimia del
destierro.
Sé triste, pues ella te espera en un rincón de este año que pasa.
Está quizá al extremo de tu canción próxima y será bella como la
cascada en libertad
y rica como la línea ecuatorial.
Sé triste, más triste que la rosa,
la bella jaula de nuestras miradas y de las abejas sin
experiencia.
La vida es un viaje en paracaídas y no lo que tú quieres creer.
Vamos cayendo, cayendo de nuestro cenit a nuestro nadir, y dejamos el
aire
manchado
de sangre para que se envenenen los que vengan mañana a
respirarlo.
Adentro de ti mismo, fuera de ti mismo, caerás del cenit al nadir
porque ése es tu
destino, tu miserable destino. Y mientras de más alto caigas, más alto
será el
rebote, más larga tu duración en la memoria de la piedra.
Hemos
saltado del vientre de nuestra madre o del borde de una estrella y vamos
cayendo.
Ah mi paracaídas, la única rosa perfumada de la atmósfera, la rosa
de la muerte,
despeñada entre los astros de la muerte.
¿Habéis oído? Ése es el
ruido siniestro de los pechos cerrados.
Abre la puerta de tu alma y sal a respirar al lado afuera. Puedes
abrir con un suspiro
la puerta que haya cerrado el huracán.
Hombre, he ahí tu paracaídas,
maravilloso como el vértigo.
Poeta, he ahí tu paracaídas, maravilloso como el imán del abismo.
Mago, he ahí tu paracaídas que una palabra tuya puede convertir en
un parasubidas
maravilloso como el relámpago que quisiera cegar al creador.
¿Qué
esperas?
Mas he ahí el secreto del Tenebroso que olvidó sonreír.
Y el paracaídas aguarda amarrado a la puerta como el caballo de la
fuga
interminable.
* * *
* *
Canto I
Altazor ¿por qué perdiste
tu primera serenidad?
¿Qué Angel malo se paró en la puerta de tu sonrisa
Con la espada
en la mano?
¿Quién sembró la angustia en las llanuras de tus ojos como el adorno
de un dios?
¿Por qué un día de repente sentiste el terror de ser?
Y esa voz
que te gritó vives y no te ves vivir
¿Quién hizo converger tus pensamientos al cruce de todos los vientos
del dolor?
Se rompió el diamante de tus sueños en un mar de estupor
Estás
perdido Altazor
Solo en medio del universo
Solo como una nota que florece en las
alturas del vacío
No hay bien no hay mal ni verdad ni orden ni belleza
¿En dónde
estás Altazor?
La nebulosa de la angustia pasa como un río
Y me arrastra
según la ley de las atracciones
La nebulosa en olores solidificada huye su propia soledad
Siento
un telescopio que me apunta como un revólver
La cola de un cometa me azota el rostro y pasa relleno de eternidad
Buscando infatigable un lago quieto en donde refrescar su tarea
ineludible
Altazor morirás Se secará tu voz y será invisible
La tierra
seguirá girando sobre su órbita precisa
Temerosa de un traspiés como el equilibrista sobre el alambre que
ata
las miradas del pavor
En vano buscas ojo enloquecido
No hay
puerta de salida y el viento desplaza los planetas
Piensas que no importa caer eternamente si se logra escapar
¿No
ves que vas cayendo ya?
Limpia tu cabeza de prejuicio y moral
Y si queriendo alzarte
nada has alcanzado
Déjate caer sin parar tu caída sin miedo al fondo de la sombra
Sin miedo al enigma de ti mismo
Acaso encuentres una luz sin noche
Perdida en las grietas de los
precipicios
Cae
Cae
eternamente
Cae al fondo del infinito
Cae al fondo del tiempo
Cae al
fondo de ti mismo
Cae lo más bajo que se pueda caer
Cae sin vértigo
A través
de todos los espacios y todas las edades
A través de todas las almas de todos los anhelos y todos los
naufragios
Cae y quema al pasar los astros y los mares
Quema los ojos que
te miran y los corazones que te aguardan
Quema el viento con tu voz
El viento que se enreda en tu voz
Y la noche que tiene frío en su gruta de huesos
Cae en infancia
Cae en vejez
Cae en lágrima
Cae en
risas
Cae en música sobre el universo
Cae de tu cabeza a tus pies
Cae de tus pies a tu cabeza
Cae del mar a la fuente
Cae al último abismo del silencio
Como el barco que se hunde apagando sus luces
Todo se acabó
El mar antropófago golpea la puerta de las
rocas despiadadas
Los perros ladran a las horas que se mueren
Y el cielo escucha
el paso de las estrellas que se alejan
Estás solo
Y vas a la muerte derecho como un iceberg que se
desprende del polo
Cae la noche buscando su corazón en el océano
La mirada se
agranda como los torrentes
Y en tanto que las olas se dan vuelta
La luna niño de luz se
escapa de alta mar
Mira este cielo lleno
Más rico que los arroyos de las minas
Cielo lleno de estrellas que esperan el bautismo
Todas esas estrellas salpicaduras de un astro de piedra lanzado en
las aguas eternas
No saben lo que quieren ni si hay redes ocultas más allá
Ni qué
mano lleva las riendas
Ni qué pecho sopla el viento sobre ellas
Ni saben si no hay mano
y no hay pecho
Las montañas de pesca
Tienen la altura de mis deseos
Y yo
arrojo fuera de la noche mis últimas angustias
Que los pájaros cantando dispersan por el mundo
Reparad el
motor del alba
En tanto me siento al borde de mis ojos
Para asistir a la
entrada de las imágenes
Soy yo Altazor
Altazor
Encerrado en la jaula de su
destino
En vano me aferro a los barrotes de la evasión posible
Una flor
cierra el camino
Y se levantan como la estatua de las llamas
La evasión imposible
Más débil marcho con mis ansias
Que un ejército sin luz en medio
de emboscadas
Abrí los ojos en el siglo
En que moría el cristianismo
Retorcido en su cruz agonizante
Ya va a dar el último suspiro
¿Y mañana qué pondremos en el
sitio vacío?
Pondremos un alba o un crepúsculo
¿Y hay que poner algo acaso?
La corona de espinas
Chorreando sus últimas estrellas se
marchita
Morirá el cristianismo que no ha resuelto ningún problema
Que
sólo ha enseñado plegarias muertas
Muere después de dos mil años de existencia
Un cañoneo enorme
pone punto final a la era cristiana
El Cristo quiere morir acompañado de millones de almas
Hundirse
con sus templos
Y atravesar la muerte con un cortejo inmenso
Mil aeroplanos
saludan la nueva era
Ellos son los oráculos y las banderas
Hace seis meses
solamente
Dejé la ecuatorial recién cortada
En la tumba guerrera del
esclavo paciente
Corona de piedad sobre la estupidez humana
Soy yo que estoy
hablando en este año de 1919
Es el invierno
Ya la Europa enterró todos sus muertos
Y un
millar de lágrimas hacen una sola cruz de nieve
Mirad esas estepas que sacuden las manos
Millones de obreros han
comprendido al fin
Y levantan al cielo sus banderas de aurora
Venid venid os
esperamos porque sos la esperanza
La única esperanza
La última esperanza
Soy yo Altazor el
doble de mí mismo
El que se mira obrar y se ríe del otro frente a frente
El que
cayó de las alturas de su estrella
Y viajó veinticinco años
Colgado al paracaídas de sus propios
prejuicios
Soy yo Altazor el del ansia infinita
Del hambre eterno y
descorazonado
Carne labrada por arados de angustia
¿Cómo podré dormir mientras
haya adentro tierras desconocidas?
Problemas
Misterios que se cuelgan a mi pecho
Estoy solo
La distancia que va de cuerpo a cuerpo
Es tan grande como la que hay de alma a alma
Solo
Solo
Solo
Estoy solo parado en la punta del año que agoniza
El
universo se rompe en olas a mis pies
Los planetas giran en torno a mi cabeza
Y me despeinan al pasar
con el viento que desplazan
Sin dar un respuesta que llene los abismos
Ni sentir este anhelo
fabuloso que busca en la fauna del cielo
Un ser materno donde se duerma el corazón
Un lecho a la sombra
del torbellino de enigmas
Una mano que acaricie los latidos de la fiebre
Dios diluido en
la nada y el todo
Dios todo y nada
Dios en las palabras y en los gestos
Dios
mental
Dios aliento
Dios joven Dios viejo
Dios pútrido
lejano y cerca
Dios amasado a mi congoja
Sigamos cultivando en
el cerebro las tierras del error
Sigamos cultivando las tierras veraces en el pecho
Sigamos
Siempre igual como ayer mañana y luego y después
No
No puede ser Cambiemos nuestra suerte
Quememos nuestra
carne en los ojos del alba
Bebamos la tímida lucidez de la muerte
La lucidez polar de la
muerte
Canta el caos al caos que tiene pecho de hombre
Llora de eco en
eco por todo el universo
Rodando con sus mitos entre alucinaciones
Angustia de vacío en
alta fiebre
Amarga conciencia del vano sacrificio
De la experiencia inútil
del fracaso celeste
Del ensayo perdido
Y aún después que el hombre haya desaparecido
Que hasta su recuerdo se queme en la hoguera del tiempo
Quedará
un gusto a dolor en la atmósfera terrestre
Tantos siglos respirada por miserables pechos plañideros
Quedará
en el espacio la sombra siniestra
De una lágrima inmensa
Y una voz perdida aullando desolada
Nada nada nada
No
No puede ser
Consumamos el placer
Agotemos la vida en
la vida
Muera la muerte infiltrada de rapsodias langorosas
Infiltrada de
pianos tenues y banderas cambiantes como crisálidas
Las rocas de la muerte se quejan al borde del mundo
El viento
arrastra sus florescencias amargas
Y el desconsuelo de las primaveras que no pueden nacer
Todas son
trampas
trampas del espíritu
Transfusiones eléctricas de sueño y realidad
Oscuras lucideces de esta larga desesperación petrificada en soledad
Vivir vivir en tinieblas
Entre cadenas de anhelos tiránicos
collares de gemidos
Y un eterno viajar en los adentros de sí mismo
Con dolor de
límites constantes y vergüenza de Angel estropeado
Burla de un dios nocturno
Rodar rodar rotas las antenas en medio
del espacio
Entre mares alados y auroras estancadas
Yo estoy aquí de pie
ante vosotros
En nombre de una idiota ley proclamadora
De la conservación de
las especies
Inmunda ley
Villana ley arraigada a los sexos ingenuos
Por
esa ley primera trampa de la inconciencia
El hombre se desgarra
Y se rompe en aullidos mortales por todos
los poros de su tierra
Yo estoy aquí de pie entre vosotros
Se me caen las ansias al
vacío
Se me caen los gritos a la nada
Se me caen al caos las
blasfemias
Perro del infinito trotando entre astros muertos
Perro lamiendo
estrellas y recuerdos de estrella
Perro lamiendo tumbas
Quiero la eternidad como una paloma en mis
manos
Todo ha de alejarse en la muerte esconderse en la muerte
Yo
tú él nosotros vosotros ellos
Ayer hoy mañana
Pasto en las fauces del insaciable olvido
Pasto para la rumia eterna del caos incansable
Justicia ¿qué has hecho de mí Vicente Huidobro?
Se me cae el
dolor de la lengua y las alas marchitas
Se me caen los dedos muertos uno a uno
¿Qué has hecho de mi voz
cargada de pájaros en el atardecer
La voz que me dolía como sangre?
Dadme el infinito como una flor
para mis manos
Seguir
No. Basta ya
Seguir cargado de mundos de países
de ciudades
Muchedumbres aullidos
Cubierto de climas hemisferios ideas
recuerdos
Entre telarañas de sepulcros y planetas conscientes
Seguir del
dolor al dolor del enigma al enigma
Del dolor de la piedra al dolor de la planta
Porque todo es
dolor
Dolor de batalla y miedo de no ser
Lazos de dolor atan la tierra
al cielo las aguas a la tierra
Y los mundos galopan en órbitas de angustia
Pensando en la
sorpresa
La latente emboscada en todos los rincones del espacio
Me duelen
los pies como ríos de piedra
¿Qué has hecho de mis pies?
¿Qué has hecho de esta bestia
universal
De este animal errante?
Esta rata en delirio que trepa las
montañas
Sobre un himno boreal o alarido de tierra
Sucio de tierra y
llanto
de tierra y sangre
Azotado de espinas y los ojos en cruz
La
conciencia es amargura
La inteligencia es decepción
Solo en las afueras de la vida
Se puede plantar una pequeña ilusión
Ojos ávidos de lágrimas hirviendo
Labios ávidos de mayores
lamentos
Manos enloquecidas de palpar tinieblas
Buscando más tinieblas
Y esta amargura que se pasea por los huesos
Y este entierro en
mi memoria
Este entierro que se alarga en mi memoria
Este largo entierro
que atraviesa todos los días mi memoria
Seguir
No
Que se rompa el andamio de los huesos
Que se
derrumben las vigas del cerebro
Y arrastre el huracán los trozos a la nada al otro lado
En donde
el viento azota a Dios
En donde aún resuene mi violín gutural
Acompañando el piano
póstumo del Juicio Final
Eres tú tú el Angel caído
La caída eterna sobre la muerte
La caída sin fin de muerte en muerte
Embruja el universo con tu
voz
Aférrate a tu voz embrujador del mundo
Cantando como un ciego
perdido en la eternidad
Anda en mi cerebro una gramática dolorosa y brutal
La matanza
continua de conceptos internos
Y una última aventura de esperanzas celestes
Un desorden de
estrellas imprudentes
Caídas de los sortilegios sin refugio
Todo lo que se esconde y
nos incita con imanes fatales
Lo que se esconde en las frías regiones de lo invisible
O en la
ardiente tempestad de nuestro cráneo
La eternidad se vuelve sendero de flor
Para el regreso de
espectros y problemas
Para el mirage sediento de las nuevas hipótesis
Que rompen el
espejo de la magia posible
Liberación, ¡Oh! si liberación de todo
De la propia memoria que
nos posee
De las profundas vísceras que saben lo que saben
A causa de
estas heridas que nos atan al fondo
Y nos quiebran los gritos de las alas
La magia y el ensueño
liman los barrotes
La poesia llora en la punta del alma
Y acrece la inquietud
mirando nuevos muros
Alzados de misterio en misterio
Entre minas de mixtificación que
abren sus heridas
Con el ceremonial inagotable del alba conocida
Todo en vano
Dadme la llave de los sueños cerrados
Dadme la llave del naufragio
Dadme una certeza de raíces en
horizonte quieto
Un descubrimiento que no huya a cada paso
O dadme un bello
naufragio verde
Un milagro que ilumine el fondo de nuestros mares íntimos
Como
el barco que se hunde sin apagar sus luces
Liberado de este trágico silencio entonces
En mi propia
tempestad
Desafiaré al vacío
Sacudiré la nada con blasfemias y gritos
Hasta que caiga un rayo de castigo ansiado
Trayendo a mis tinieblas el clima del paraíso
¿Por qué soy
prisionero de esta trágica busca?
¿Qué es lo que me llama y se esconde
Me sigue me grita por mi
nombre
Y cuando vuelvo el rostro y alargo las manos de los ojos
Me echa
encima una niebla tenaz como la noche de los astros ya muertos?
Sufro me revuelco en la angustia
Sufro desde que era nebulosa
Y traigo desde entonces este dolor primordial en las células
Este peso en las alas
Esta piedra en el canto
Dolor de ser isla
Angustia
subterránea
Angustia cósmica
Poliforme angustia anterior a mi vida
Y que
la sigue como una marcha militar
Y que irá más allá
Hasta el otro lado de la periferia universal
Consciente
Inconsciente
Deforme
Sonora
Sonora
como el fuego
El fuego que me quema el carbón interno y el alcohol de los ojos
Soy una orquesta trágica
Un concepto trágico
Soy trágico
como los versos que punzan en las sienes y no pueden salir
Arquitectura fúnebre
Matemática fatal y sin esperanza alguna
Capas superpuestas de dolor misterioso
Capas superpuestas de ansias mortales
Subsuelos de intuiciones
fabulosas
Siglos siglos que vienen gimiendo en mis venas
Siglos que se
balancean en mi canto
Que agonizan en mi voz
Porque mi voz es solo canto y sólo puede
salir en canto
La cuna de mi lengua se metió en el vacío
Anterior a los tiempos
Y guardará eternamente el ritmo primero
El ritmo que hace nacer
los mundos
Soy la voz del hombre que resuena en los cielos
Que reniega y
maldice
Y pide cuentas de por qué y para qué
Soy todo el hombre
El hombre herido por quién sabe quién
Por una flecha perdida del caos
Humano terreno desmesurado
Sí desmesurado y lo proclamo sin miedo
Desmesurado porque no soy burgués ni raza fatigada
Soy bárbaro
tal vez
Desmesurado enfermo
Bárbaro limpio de rutinas y caminos marcados
No acepto vuestras sillas de seguridades cómodas
Soy el Angel
salvaje que cayó una mañana
En vuestras plantaciones de preceptor
Poeta
Antipoeta
Culto
Anticulto
Animal metafísico cargado de congojas
Animal
espontáneo directo sangrando sus problemas
Solitario como una paradoja
Paradoja fatal
Flor de
contradicciones bailando un fox-trot
Sobre el sepulcro de Dios
Sobre el bien y el mal
Soy un
pecho que grita y un cerebro que sangra
Soy un temblor de tierra
Los sismógrafos señalan mi paso por el
mundo
Crujen las ruedas de la tierra
Y voy andando a caballo en mi
muerte
Voy pegado a mi muerte como un pájaro al cielo
Como una fecha en
el árbol que crece
Como el nombre en la carta que envío
Voy pegado a mi muerte
Voy por la vida pegado a mi muerte
Apoyado en el bastón de mi esqueleto
El sol nace en mi ojo
derecho y se pone en mi ojo izquierdo
En mi infancia una infancia ardiente como un alcohol
Me sentaba
en los caminos de la noche
A escuchar la elocuencia de las estrellas
Y la oratoria del
árbol
Ahora la indiferencia nieva en la tarde de mi alma
Rómpanse en
espigas las estrellas
Pártase la luna en mil espejos
Vuelva el árbol al nido de su
almendra
Sólo quiero saber por qué
Por qué
Por qué
Soy protesta y
araño el infinito con mis garras
Y grito y gimo con miserables gritos oceánicos
El eco de mi voz
hacer tronar el caos
Soy desmesurado cósmico
Las piedras las plantas las montañas
Me saludan Las abejas las ratas
Los leones y las águilas
Los
astros los crepúsculos las albas
Los ríos y las selvas me preguntan
¿Qué tal cómo está usted?
Y mientras los astros y las olas tengan algo que decir
Será por mi boca que hablarán a los hombres
Que Dios sea
Dios
O Satán sea Dios
O ambos sean miedo nocturna ignorancia
Lo
mismo da
Que sea la Vía Láctea
O una procesión que asciende en pos de la
verdad
Hoy me es igual
Traedme una hora que vivir
Traedme un amor
pescado por la oreja
Y echadlo aquí a morir ante mis ojos
Que yo caiga por el mundo a
toda máquina
Que yo corra por el universo a toda estrella
Que me hunda o me
eleve
Lanzado sin piedad entre planetas y catástrofes
Señor Dios si tú
existes es a mí a quien lo debes
Matad la horrible duda
Y la espantosa lucidez
Hombre con
los ojos abiertos en la noche
Hasta el fin de los siglos
Enigma asco de los instintos
contagiosos
Como las campanas de la exaltación
Pajarero de luces muertas que
andan con pies de espectro
Con los pies indulgentes del arroyo
Que se llevan las nubes y
cambia de país
En el tapiz del cielo se juega nuestra suerte
Allí donde
mueren las horas
El pesado cortejo de las horas que golpean el mundo
Se juega
nuestra alma
Y la suerte que se vuela todas las mañanas
Sobre las nubes con
los ojos llenos de lágrimas
Sangra la herida de las últimas creencias
Cuando el fusil
desconsolado del humano refugio
Descuelga los pájaros del cielo
Mírate allí animal eterno
desnudo de nombre
Junto al abrevadero de tus límites propios
Bajo el alba benigna
Que zurce el tejido de las mareas
Mira a lo lejos viene la
cadena de hombres
Saliendo de la usina de ansias iguales
Mordidos por la misma
eternidad
Por el mismo huracán de vagabundas fascinaciones
Cada uno trae
su palabra informe
Y los pies atados a su estrella propia
Las máquinas avanzan en
la noche del diamante fatal
Avanza el desierto con sus olas sin vida
Pasan las montañas
pasan los camellos
Como la historia de las guerras antiguas
Allá va la cadena de
hombres entre fuegos ilusos
Hacia el párpado tumbal
Después de mi muerte un día
El
mundo será pequeño a las gentes
Plantarán continentes sobre los mares
Se harán islas en el cielo
Habrá un gran puente de metal en torno de la tierra
Como los
anillos construidos en Saturno
Habrá ciudades grandes como un país
Gigantescas ciudades del
porvenir
En donde el hombre-hormiga será una cifra Un número que se mueve y
sufre y baila
(Un poco de amor a veces como un arpa que hace olvidar la vida)
Jardines de tomates y repollos
Los parques públicos plantados de árboles frutales
No hay carne
que comer el planeta es estrecho
Y las máquinas mataron el último animal
Árboles frutales en
todos los caminos
Lo aprovechable sólo lo aprovechable
Ah la hermosa vida que
preparan las fábricas
La horrible indiferencia de los astros sonrientes
Refugio de la
música
Que huye de las manos de los últimos ciegos
Angustia
angustia de lo absoluto y de la perfección
Angustia desolada que atraviesa las órbitas perdidas
Contradictorios ritmos quiebran el corazón
En mi cabeza cada cabello piensa otra cosa
Un hastío invade
el hueco que va del alba al poniente
Un bostezo color mundo y carne
Color espíritu avergonzado de
irrealizables cosas
Lucha entre la piel y el sentimiento de una dignidad bebida y no
otorgada
Nostalgia de ser barro y piedra o Dios
Vértigo de la nada
cayendo de sombra en sombra
Inutilidad de los esfuerzos fragilidad del sueño
Angel
expatriado de la cordura
¿Por qué hablas Quién te pide que hables?
Revienta pesimista mas
revienta en silencio
Cómo se reirán los hombres de aquí a mil años
Hombre perro que
aúllas a tu propia noche
Delincuente de tu alma
El hombre de mañana se burlará de ti
Y de tus gritos petrificados goteando estalactitas
¿Quién eres tú habitante de este diminuto cadáver estelar?
¿Qué
son tus náuseas de infinito y tu ambición de eternidad?
Átomo desterrado de sí mismo con puertas y ventanas de luto
¿De
dónde vienes a dónde vas?
¿Quién se preocupa de tu planeta?
Inquietud miserable
Despojo del desprecio que por ti sentiría
Un habitante de Betelgeuse
Veintinueve millones de veces más
grande que tu sol
Hablo porque soy protesta insulto y mueca de dolor
Sólo creo
en los climas de la pasión
Sólo deben hablar los que tienen el corazón clarividente
La
lengua a alta frecuencia
Buzos de la verdad y la mentira
Cansados de pasear sus linternas
en los laberintos de la nada
En la cueva de alternos sentimientos
El dolor es lo único eterno
Y nadie podrá reir ante el vacío
¿Qué me importa la burla del
hombre-hormiga
Ni la del habitante de otros astros más grandes?
Y yo no sé de
ellos ni ellos saben de mí
Yo sé de mi vergüenza de la vida de mi asco celular
De la
mentira abyecta de todo cuanto edifican los hombres
Los pedestales de aire de sus leyes e ideales
Dadme dadme
pronto un llano de silencio
Un llano despoblado como los ojos de los muertos
¿Robinsón
por qué volviste de tu isla?
De la isla de tus obras y tus sueños privados
La isla de ti
mismo rica de tus actos
Sin leyes ni abdicación ni compromisos
Sin control de ojo
intruso
Ni mano extraña que rompa los encantos
¿Robinsón cómo es posible
que volvieras de tu isla?
Malhaya el que mire con ojos de muerte
Malhaya el que vea el
resorte que todo lo mueve
Una borrasca dentro de la risa
Una agonía de sol adentro de la
risa
Matad al pesimista de pupila enlutada
Al que lleva un féretro en
el cerebro
Todo es nuevo cuando se mira con ojos nuevos
Oigo una voz idiota
entre algas de ilusión
Boca parasitaria aún de la esperanza
Idos lejos de aquí
restos de playas moribundas
Mas si buscáis descubrimientos
Tierras irrealizables más allá de
los cielos
Vegetante obsesión de musical congoja
Volvamos al silencio
Restos de playas fúnebres
¿A qué buscáis el faro poniente
Vestido de su propia cabellera
Como la reina de los circos?
Volvamos al silencio
Al
silencio de las palabras que vienen del silencio
Al silencio de las hostias donde se mueren los profetas
Con la
llaga del flanco
Cauterizada por algún relámpago
Las palabras con fiebre y
vértigo interno
Las palabras del poeta dan un mareo celeste
Dan una enfermedad
de nubes
Contagioso infinito de planetas errantes
Epidemia de rosas en la
eternidad
Abrid la boca para recibir la hostia de la palabra herida
La
hostia angustiada y ardiente que me nace no se sabe dónde
Que viene de más lejos que mi pecho
La catarata delicada de oro
en libertad
Correr de río sin destino como aerolitos al azar
Una columna se
alza en la punta de la voz
Y la noche se sienta en la columna
Yo poblaré para mil años
los sueños de los hombres
Y os daré un poema lleno de corazón
En el cual me despedazaré
por todos lados
Una lágrima caerá de unos ojos
Como algo enviado sobre la
tierra
Cuando veas como una herida profetiza
Y reconozcas la carne
desgraciada
El pájaro cegado en la catástrofe celeste
Encontrado en mi pecho
solitario y sediento
En tanto yo me alejo tras los barcos magnéticos
Vagabundo como
ellos
Y más triste que un cortejo de caballos sonámbulos
Hay
palabras que tienen sombra de árbol
Otras que tienen atmósfera de astros
Hay vocablos que tienen
fuego de rayos
Y que incendian donde caen
Otros que se congelan en la lengua y
se rompen al salir
Como esos cristales helados y fatídicos
Hay palabras con imanes
que atraen los tesoros del abismo
Otras que se descargan como vagones sobre el alma
Altazor
desconfía de las palabras
Desconfía del ardid ceremonioso
Y de la poesia
Trampas
Trampas de luz y cascadas lujosas
Trampas de perla y de lámpara
acuática
Anda como los ciegos con sus ojos de piedra
Presintiendo el
abismo a todo paso
Mas no temas de mí que mi lenguaje es otro
No trato de hacer
feliz ni desgraciado a nadie
Ni descolgar banderas de los pechos
Ni dar anillos de planetas
Ni hacer satélites de mármol en torno a un talismán ajeno
Quiero
darte una música de espíritu
Música mía de esta cítara plantada en mi cuerpo
Música que hace
pensar en el crecimiento de los árboles
Y estalla en luminarias dentro del sueño.
Yo hablo en nombre de
un astro por nadie conocido
Hablo en una lengua mojada en mares no nacidos
Con una voz llena
de eclipses y distancias
Solemne como un combate de estrellas o galeras lejanas
Una voz
que se desfonda en la noche de las rocas
Una voz que da la vista a los ciegos atentos
Los ciegos
escondidos al fondo de las casas
Como al fondo de sí mismos
Los veleros que parten a
distribuir mi alma por el mundo
Volverán convertidos en pájaros
Una hermosa mañana alta de
muchos metros
Alta como el árbol cuyo fruto es el sol
Una mañana frágil y
rompible
A la hora en que las flores se lavan la cara
Y los últimos
sueños huyen por las ventanas
Tanta exaltación para arrastrar los cielos a la lengua
El
infinito se instala en el nido del pecho
Todo se vuelve presagio
Angel entonces
El cerebro se torna sistro revelador
Y la hora
huye despavorida por los ojos
Los pájaros grabados en el cenit no cantan
El día se suicida
arrojándose al mar
Un barco vestido de luces se aleja tristemente
Y al fondo de las
olas un pez escucha el paso dc los hombres
Silencio la tierra va a dar a luz un árbol
La muerte se ha
dormido en el cuello de un cisne
Y cada pluma tiene un distinto temblor
Ahora que Dios se sienta
sobre la tempestad
Que pedazos de cielos caen y se enredan en la selva
Y que el
tifón despeina las barbas del pirata
Silencio la tierra va a dar a luz un árbol
Tengo cartas
secretas en la caja del cráneo
Tengo un carbón doliente en el fondo del pecho
Y conduzco mi
pecho a la boca
Y la boca a la puerta del sueño
El mundo se me entra por los
ojos
Se me entra por las manos se me entra por los pies
Me entra por
la boca y se me sale
En insectos celestes o nubes de palabras por los poros
Silencio
la tierra va a dar a luz un árbol
Mis ojos en la gruta de la hipnosis
Mastican el universo que me
atraviesa como un túnel
Un escalofrío de pájaro me sacude los hombros
Escalofrío de alas
y olas interiores
Escalas de olas y alas en la sangre
Se rompen las amarras de las
venas
Y se salta afuera de la carne
Se sale de las puertas de la
tierra
Entre palomas espantadas
Habitante de tu destino
¿Por
qué quieres salir de tu destino?
¿Por qué quieres romper los lazos de tu estrella
Y viajar
solitario en los espacios
Y caer a través de tu cuerpo de tu cenit a tu nadir?
No
quiero ligaduras de astro ni de viento
Ligaduras de luna buenas son para el mar y las mujeres
Dadme mis
violines de vértigo insumiso
Mi libertad de música escapada
No hay peligro en la noche
pequeña encrucijada
Ni enigma sobre el alma
La palabra electrizada de sangre y
corazón
Es el gran paracaídas y el pararrayos de Dios
Habitante de
tu destino
Pegado a tu camino como roca
Viene la hora del sortilegio
resignado
Abre la mano de tu espíritu
El magnético dedo
En donde el
anillo de la serenidad adolescente
Se posará cantando como el canario pródigo
Largos años ausente
Silencio
Se oye el pulso del mundo como nunca pálido
La tierra acaba de
alumbrar un árbol
* * *
* *
Canto II
Mujer el mundo está
amueblado por tus ojos
Se hace más alto el cielo en tu presencia
La tierra se prolonga
de rosa en rosa
Y el aire se prolonga de paloma en paloma
Al irte dejas una
estrella en tu sitio
Dejas caer tus luces como el barco que pasa
Mientras te sigue mi
canto embrujado
Como una serpiente fiel y melancólica
Y tú vuelves la cabeza
detrás de algún astro
¿Qué combate se libra en el espacio?
Esas lanzas de luz
entre planetas
Reflejo de armaduras despiadadas
¿Qué estrella sanguinaria no
quiere ceder el paso?
En dónde estás triste noctámbula
Dadora de infinito
Que
pasea en el bosque de los sueños
Heme aquí perdido entre mares desiertos
Solo como la pluma
que se cae de un pájaro en la noche
Heme aquí en una torre de frío
Abrigado del recuerdo de tus
labios marítimos
Del recuerdo de tus complacencias y de tu cabellera
Luminosa y
desatada como los ríos de montaña
¿Irías a ser ciega que Dios te dio esas manos?
Te pregunto otra
vez
El arco de tus cejas tendido para las armas de los ojos
Te
hablan por mí las olas de pájaros sin cielo
Te habla por mí el color de los paisajes sin viento
Te habla por
mí el rebaño de ovejas taciturnas
Dormido en tu memoria
Te habla por mí el arroyo descubierto
La hierba sobreviviente atada a la aventura
Aventura de luz y sangre de horizonte
Sin más abrigo que una
flor que se apaga
Si hay un poco de viento
Las llanuras se pierden bajo tu
gracia frágil
Se pierde el mundo bajo tu andar visible
Pues todo es artificio
cuando tú te presentas
Con tu luz peligrosa
Inocente armonía sin fatiga ni olvido
Elemento de lágrima que rueda hacia adentro
Construido de miedo altivo y de silencio
Haces dudar al tiempo
Y al cielo con instintos de infinito
Lejos de ti todo es mortal
Lanzas la agonía por la tierra humillada de noches
Sólo lo que
piensa en ti tiene sabor a eternidad
He aquí tu estrella que pasa
Con tu respiración de fatigas
lejanas
Con tus gestos y tu modo de andar
Con el espacio magnetizado que
te saluda
Que nos separa con leguas de noche
Sin embargo te advierto
que estamos cosidos
A la misma estrella
Estamos cosidos por la misma música tendida
De uno a otro
Por la misma sombra gigante agitada como árbol
Seamos ese pedazo de cielo
Ese trozo en que pasa la aventura misteriosa
La aventura del
planeta que estalla en pétalos de sueño
En vano tratarías de evadirte de mi voz
Y de saltar los
muros de mis alabanzas
Estamos cosidos por la misma estrella
Estás atada al ruiseñor de
las lunas
Que tiene un ritual sagrado en la garganta
Qué me importan los
signos de la noche
Y la raíz y el eco funerario que tengan en mi pecho
Qué me
importa el enigma luminoso
Los emblemas que alumbran el azar
Y esas islas que viajan por el
caos sin destino a mis ojos
Qué me importa ese miedo de flor en el vacío
Qué me importa el
nombre de la nada
El nombre del desierto infinito
O de la voluntad o del azar que
representan
Y si en ese desierto cada estrella es un deseo de oasis
O
banderas de presagio y de muerte
Tengo una atmósfera propia en tu aliento
La fabulosa
seguridad de tu mirada con sus constelaciones íntimas
Con su propio lenguaje de semilla
Tu frente luminosa como un
anillo de Dios
Más firme que todo en la flora del cielo
Sin torbellinos de
universo que se encabrita
Como un caballo a causa de su sombra en el aire
Te pregunto
otra vez
¿Irías a ser muda que Dios te dio esos ojos?
Tengo en voz
tuya para toda defensa
Esa voz que sale de ti en latidos de corazón
Esa voz en que cae
la eternidad
Y se rompe en pedazos de esferas fosforescentes
¿Qué sería la
vida si no hubieras nacido?
Un cometa sin manto muriéndose de frío
Te hallé como una
lágrima en un libro olvidado
Con tu nombre sensible desde antes en mi pecho
Tu nombre hecho
del ruido de palomas que se vuelan
Traes en ti el recuerdo de otras vidas más altas
De un Dios
encontrado en alguna parte
Y al fondo de ti misma recuerdas que eras tú
El pájaro de antaño
en la clave del poeta
Sueño en un sueño sumergido
La cabellera que se ata hace el
día
La cabellera al desatarse hace la noche
La vida se contempla en
el olvido
Sólo viven tus ojos en el mundo
El único sistema planetario sin
fatiga
Serena piel anclada en las alturas
Ajena a toda red y
estratagema
En su fuerza de luz ensimismada
Detrás de ti la vida siente
miedo
Porque eres la profundidad de toda cosa
El mundo deviene
majestuoso cuando pasas
Se oyen caer lágrimas del cielo
Y borras en el alma adormecida
La amargura de ser vivo
Se hace liviano el orbe en las espaldas
Mi alegría es oír el ruido del viento en tus cabellos
(Reconozco ese ruido desde lejos)
Cuando las barcas zozobran y el río arrastra troncos de árbol
Eres una lámpara de carne en la tormenta
Con los cabellos a todo viento
Tus cabellos donde el sol va a
buscar sus mejores sueños
Mi alegría es mirarte solitaria en el diván del mundo
Como
la mano de una princesa soñolienta
Con tus ojos que evocan un piano de olores
Una bebida de
paroxismos
Una flor que está dejando de perfumar
Tus ojos hipnotizan la
soledad
Como la rueda que sigue girando después de una catástrofe
Mi
alegría es mirarte cuando escuchas
Ese rayo de luz que camina hacia el fondo del agua
Y te quedas
suspensa largo rato
Tantas estrellas pasadas por el harnero del mar
Nada tiene
entonces semejante emoción
Ni un mástil pidiendo viento
Ni un aeroplano ciego palpando el
infinito
Ni la paloma demacrada dormida sobre un lamento
Ni el arco iris
con las alas selladas
Más bello que la parábola de un verso
La parábola tendida en
puente nocturno de alma a alma
Nacida en todos los sitios donde pongo los ojos
Con la
cabeza levantada
Y todo el cabello al viento
Eres más hermosa que el relincho de
un potro en la montaña
Que la sirena de un barco que deja escapar toda su alma
Que un
faro en la neblina buscando a quien salvar
Eres más hermosa que la golondrina atravesada por el viento
Eres
el ruido del mar en verano
Eres el ruido de una calle populosa llena de admiración
Mi
gloria está en tus ojos
Vestida del lujo de tus ojos y de su brillo interno
Estoy
sentado en el rincón más sensible de tu mirada
Bajo el silencio estético de inmóviles pestañas
Viene saliendo
un augurio del fondo de tus ojos
Y un viento de océano ondula tus pupilas
Nada se compara a
esa leyenda de semillas que deja tu presencia
A esa voz que busca un astro muerto que volver a la vida
Tu voz
hace un imperio en el espacio
Y esa mano que se levanta en ti como si fuera a colgar soles en el
aire
Y ese mirar que escribe mundos en el infinito
Y esa cabeza que
se dobla para escuchar un murmullo en la eternidad
Y ese pie que es la fiesta de los caminos encadenados
Y esos
párpados donde vienen a vararse las centellas del éter
Y ese beso que hincha la proa de tus labios
Y esa sonrisa como
un estandarte al frente de tu vida
Y ese secreto que dirige las mareas de tu pecho
Dormido a la
sombra de tus senos
Si tú murieras
Las estrellas a pesar de su lámpara encendida
Perderían el camino
¿Qué sería del universo?
* * *
* *
Canto III
Romper las ligaduras de
las venas
Los lazos de la respiración y las cadenas
De los ojos
senderos de horizontes
Flor proyectada en cielos uniformes
El alma pavimentada de
recuerdos
Como estrellas talladas por el viento
El mar es un tejado de
botellas
Que en la memoria del marino sueña
Cielo es aquella larga
cabellera intacta
Tejida entre manos de aeronauta
Y el avión trae un lenguaje
diferente
Para la boca de los cielos de siempre
Cadenas de miradas nos
atan a la tierra
Romped romped tantas cadenas
Vuela el primer hombre a
iluminar el día
El espacio se quiebra en una herida
Y devuelve la bala al
asesino
Eternamente atado al infinito
Cortad todas las amarras
De río mar o de montaña
De espíritu y recuerdo
De ley agonizante y sueño enfermo
Es el mundo que torna y sigue y gira
Es una última pupila
Mañana el campo
Seguirá los galopes del caballo
La flor
se comerá a la abeja
Porque el hangar será colmena
El arco-iris se hará pájaro
Y volará a su nido contando
Los cuervos se harán planetas
Y tendrán plumas de hierba
Hojas serán las plumas entibiadas
Que caerán de sus gargantas
Las miradas serán ríos
Y los
ríos heridas en las piernas del vacío
Conducirá el rebaño a su pastor
Para que duerma el día
cansado como avión
Y el árbol se posará sobre la tórtola
Mientras las nubes se
hacen roca
Porque todo es como es en cada ojo
Dinastía astrológica y
efímera
Cayendo de universo en universo
Manicura de la lengua es el
poeta
No el mago que apaga y enciende
Palabras estelares y cerezas de
adioses vagabundos
Muy lejos de las manos de la tierra
Y todo lo que dice es por él
inventado
Cosas que pasan fuera del mundo cotidiano
Matemos al poeta que
nos tiene saturados
poesia aún y poesia poesia
Poética poesia poesia
poesia
poética de poético poeta
poesia
Demasiada poesia
Desde el arco iris hasta el culo
pianista de la vecina
Basta señora poesia bambina
Y todavía tiene barrotes en los ojos
El juego es juego y no plegaria infatigable
Sonrisa o risa y no
lamparillas de pupila
Que ruedan de la aflicción hasta el océano
Sonrisa y habladurías
de estrella tejedora
Sonrisas del cerebro que evoca estrellas muertas
En la mesa
mediúmnica de sus irradiaciones
Basta señora arpa de las bellas imágenes
De los furtivos
comos iluminados
Otra cosa otra cosa buscamos
Sabemos posar un beso como una
mirada
Plantar miradas como árboles
Enjaular árboles como pájaros
Regar pájaros como heliotropos
Tocar un heliotropo como una música
Vaciar una música como un
saco
Degollar un saco como un pingüino
Cultivar pingüinos como
viñedos
Ordeñar un viñedo como una vaca
Desarbolar vacas como veleros
Peinar un velero como un cometa
Desembarcar cometas como
turistas
Embrujar turistas como serpientes
Cosechar serpientes como
almendras
Desnudar una almendra como un atleta
Leñar atletas como cipreses
Iluminar cipreses como faroles
Anidar faroles como alondras
Exhalar alondras como suspiros
Bordar suspiros como sedas
Derramar sedas coma ríos
Tremolar
un río como una bandera
Desplumar una bandera como un gallo
Apagar un gallo como un
incendio
Bogar en incendios como en mares
Segar mares como trigales
Repicar trigales como campanas
Desangrar campanas como corderos
Dibujar corderos como sonrisas
Embotellar sonrisas como licores
Engastar licores como alhajas
Electrizar alhajas como crepúsculos
Tripular crepúsculos como
navíos
Descalzar un navío como un rey
Colgar reyes como auroras
Crucificar auroras como profetas
Etc. etc. etc.
Basta señor violín hundido en una ola ola
Cotidiana ola de religión miseria
De sueño en sueño posesión de pedrerías
Después del corazón
comiendo rosas
Y de las noches del rubí perfecto
El nuevo atleta salta sobre la
pista mágica
Jugando con magnéticas palabras
Caldeadas como la tierra cuando
va a salir un volcán
Lanzando sortilegios de sus frases pájaro
Agoniza el último
poeta
Tañen las campanas de los continentes
Muere la luna con su noche
a cuestas
El sol se saca del bolsillo el día
Abre los ojos el nuevo
paisaje solemne
Y pasa desde la tierra a las constelaciones
El entierro de la
poesia
Todas las lenguas están muertas
Muertas en manos del vecino
trágico
Hay que resucitar las lenguas
Con sonoras risas
Con vagones
de carcajadas
Con cortacircuitos en las frases
Y cataclismo en la gramática
Levántate y anda
Estira las piernas anquilosis salta
Fuegos
de risa para el lenguaje tiritando de frío
Gimnasia astral para las lenguas entumecidas
Levántate y anda
Vive vive como un balón de fútbol
Estalla en la boca de
diamantes motocicleta
En ebriedad de sus luciérnagas
Vértigo sí de su liberación
Una bella locura en la vida de la palabra
Una bella locura en la zona del lenguaje
Aventura forrada de
desdenes tangibles
Aventura de la lengua entre dos naufragios
Catástrofe preciosa
en los rieles del verso
Y puesto que debemos vivir y no nos suicidamos
Mientras
vivamos juguemos
El simple sport de los vocablos
De la pura palabra y nada más
Sin imagen limpia de joyas
(Las palabras tienen demasiada carga)
Un ritual de vocablos sin sombra
Juego de Angel allá en el
infinito
Palabra por palabra
Con luz propia de astro que un choque vuelve
vivo
Saltan chispas del choque y mientras más violento
Más grande es
la explosión
Pasión del juego en el espacio
Sin alas de luna y pretensión
Combate singular entre el pecho y el cielo
Total desprendimiento al fin de voz de carne
Eco de luz que
sangra aire sobre el aire
Después nada nada
Rumor aliento de frase sin palabra
* * *
* *
Canto IV
No hay tiempo que perder
Enfermera de sombras y distancias
Yo vuelvo a ti huyendo del
reino incalculable
De Angeles prohibidos por el amanecer
Detrás de tu secreto
te escondías
En sonrisa de párpados y de aire
Yo levanté la capa de tu risa
Y corté las sombras que tenían
Tus signos de distancia señalados
Tu sueño se dormirá en mis manos
Marcado de las líneas de mi
destino inseparable
En el pecho de un mismo pájaro
Que se consume en el fuego de su
canto
De su canto llorando al tiempo
Porque se escurre entre los dedos
Sabes que tu mirada adorna los veleros
De las noches mecidas
en la pesca
Sabes que tu mirada forma el nudo de las estrellas
Y el nudo del
canto que saldrá del pecho
Tu mirada que lleva la palabra al corazón
Y a la boca embrujada
del ruiseñor
No hay tiempo que perder
A la hora del cuerpo en el
naufragio ambiguo
Yo mido paso a paso el infinito
El mar quiere vencer
Y
por lo tanto no hay tiempo que perder
Entonces
Ah entonces
Más allá del último horizonte
Se verá lo que hay que
ver
Por eso hay que cuidar el ojo precioso regalo del cerebro
El
ojo anclado al medio de los mundos
Donde los buques se vienen a varar
¿Mas si se enferma el ojo qué
he de hacer?
¿Qué haremos si han hecho mal de ojo al ojo?
Al ojo avizor
afiebrado como faro de lince
La geografía del ojo digo es la más complicada
El sondaje es
difícil a causa de las olas
Los tumultos que pasan
La apretura continua
Las plazas y
avenidas populosas
Las procesiones con sus estandartes
Bajando por el iris hasta
perderse
El rajá en su elefante de tapices
La cacería de leones en selvas
de pestañas seculares
Las migraciones de pájaros friolentos hacia otras retinas
Yo amo
mis ojos y tus ojos y los ojos
Los ojos con su propia combustión
Los ojos que bailan al son de
una música interna
Y se abren como puertas sobre el crimen
Y salen de su órbita y
se van como cometas sangrientos al azar
Los ojos que se clavan y dejan heridas lentas a cicatrizar
Entonces no se pegan los ojos como cartas
Y son cascadas de amor inagotables
Y se cambian día y noche
Ojo por ojo
Ojo por ojo como hostia por hostia
Ojo árbol
Ojo pájaro
Ojo río
Ojo montaña
Ojo mar
Ojo tierra
Ojo luna
Ojo cielo
Ojo silencio
Ojo soledad por ojo ausencia
Ojo dolor por ojo
risa
No hay tiempo que perder
Y si viene el instante prosaico
Siga el barco que es acaso el mejor
Ahora que me siento y me pongo a escribir
Qué hace la golondrina
que vi esta mañana
¿Firmando cartas en el vacío?
Cuando muevo el pie izquierdo
¿Qué hace con su pie el gran mandarín chino?
Cuando enciendo un cigarro
¿Qué hacen los otros cigarros que
vienen en el barco?
¿En dónde está la planta del fuego futuro?
Y si yo levanto los
ojos ahora mismo
¿Qué hace con sus ojos el explorador de pie en el polo?
Yo estoy
aquí
¿En dónde están los otros?
Eco de gesto en gesto
Cadena
electrizada o sin correspondencias
Interrumpido el ritmo solitario
¿Quiénes se están muriendo y
quiénes nacen
Mientras mi pluma corre en el papel?
No hay tiempo que
perder
Levántate alegría
Y pasa de poro en poro la aguja de tus sedas
Darse prisa darse prisa
Vaya por los globos y los cocodrilos
mojados
Préstame mujer tus ojos de verano
Yo lamo las nubes salpicadas
cuando el otoño sigue la carreta del asno
Un periscopio en ascensión debate el pudor del invierno
Bajo la
perspectiva del volantín azulado por el infinito
Color joven de pájaros al ciento por ciento
Tal vez era un amor
mirado de palomas desgraciadas
O el guante importuno del atentado que va a nacer de una mujer o una
amapola
El floreo de mirlos que se besan volando
Bravo pantorrilla de
noche de la más novia que se esconde en su piel de flor
Rosa al revés rosa otra vez y rosa y rosa
Aunque no quiera
el carcelero
Río revuelto para la pesca milagrosa
Noche préstame tu mujer
con pantorrillas de florero de amapolas jóvenes
Mojadas de color como el asno pequeño desgraciado
La novia sin
flores ni globos de pájaros
El invierno endurece las palomas presentes
Mira la carreta y el
atentado de cocodrilos azulados
Que son periscopios en las nubes del pudor
Novia en ascensión al
ciento por ciento celeste
Lame la perspectiva que ha de nacer salpicada de volantines
Y de
los guantes agradables del otoño que se debate en la piel del amor.
No hay tiempo que perder
La indecisión en barca para los
viajes
Es un presente de las crueldades de la noche
Porque el hombre
malo o la mujer severa
No pueden nada contra la mortalidad de la casa
Ni la falta de
orden
Que sea oro o enfermedad
Noble sorpresa o espión doméstico para
victoria extranjera
La disputa intestina produce la justa desconfianza
De los
párpados lavados en la prisión
Las penas tendientes a su fin son travesaños antes del matrimonio
Murmuraciones de cascada sin protección
Las disensiones
militares y todos los obstáculos
A causa de la declaración de esa mujer rubia
Que critica la
pérdida de la expedición
O la utilidad extrema de la justicia
Como una separación de amor
sin porvenir
La prudencia llora los falsos extravíos de la locura naciente
Que ignora completamente las satisfacciones de la moderación
No hay tiempo que perder
Para hablar de la clausura de la
tierra y la llegada del día agricultor a la nada amante
de lotería sin proceso ni niño para enfermedad pues el dolor imprevisto
que
sale
de los cruzamientos de la espera en este campo de la sinceridad
nueva es
un poco negro como el eclesiástico de las empresas para la miseria o el
traidor
en retardo sobre el agua que busca apoyo en la unión o la disensión sin
reposo
de la ignorancia pero la carta viene sobre la ruta y la mujer colocada
en el
incidente del duelo conoce el buen éxito de la preñez y la inacción del
deseo
pasado da la ventaja al pueblo que tiene inclinación por el sacerdote
pues él
realza de la caída y se hace más íntimo que el extravío de la doncella
rubia o
la amistad de la locura
No hay tiempo que perder
Todo esto es triste como el niño
que está quedándose huérfano
O como la letra que cae al medio del ojo
O como la muerte del
perro de un ciego
O como el río que se estira en su lecho de agonizante
Todo esto
es hermoso como mirar el amor de los gorriones
Tres horas después del atentado celeste
O como oír dos pájaros
anónimos que cantan a la misma azucena
O como la cabeza de la serpiente donde sueña el opio
O como el
rubí nacido de los deseos de una mujer
Y como el mar que no se sabe si ríe o llora
Y como los colores
que caen del cerebro de las mariposas
Y como la mina de oro de las abejas
Las abejas satélites del
nardo como las gaviotas del barco
Las abejas que llevan la semilla en su interior
Y van más
perfumadas que pañuelos de narices
Aunque no son pájaros
Pues no dejan sus iniciales en el
cielo
En la lejanía del cielo besada por los ojos
Y al terminar su
viaje vomitan el alma de los pétalos
Como las gaviotas vomitan el horizonte
Y las golondrinas el
verano
No hay tiempo que perder
Ya viene la golondrina monotémpora
Trae un acento antípoda de lejanías que se acercan
Viene
gondoleando la golondrina
Al horitaña de la montazonte
La violondrina y el goloncelo
Descolgada esta mañana de la lunala
Se acerca a todo galope
Ya viene viene la golondrina
Ya viene viene la golonfina
Ya viene la golontrina
Ya viene
la goloncima
Viene la golonchina
Viene la golonclima
Ya viene la
golonrima
Ya viene la golonrisa
La goloniña
La golongira
La
golonlira
La golonbrisa
La golonchilla
Ya viene la golondía
Y la
noche encoge sus uñas como el leopardo
Ya viene la golontrina
Que tiene un nido en cada uno de los dos
calores
Como yo lo tengo en los cuatro horizontes
Viene la golonrisa
Y las olas se levantan en la punta de los pies
Viene la goloniña
Y siente un vahido la cabeza de la montaña
Viene la golongira
Y el viento se hace parábola de sílfides en orgía
Se llenan de
notas los hilos telefónicos
Se duerme el ocaso con la cabeza escondida
Y el árbol con el
pulso afiebrado
Pero el cielo prefiere el rodoñol
Su niño querido el
rorreñol
Su flor de alegría el romiñol
Su piel de lágrima el rofañol
Su garganta nocturna el rosolñol
El rolañol
El rosiñol
No hay tiempo que perder
El
buque tiene los días contados
Por los hoyos peligrosos que abren las estrellas en el mar
Puede
caerse al fuego central
El fuego central con sus banderas que estallan de cuando en cuando
Los elfos exacerbados soplan las semillas y me interrogan
Pero
yo sólo oigo las notas del alelí
Cuando alguien aprieta los pedales del viento
Y se presenta el
huracán
El río corre como un perro azotado
Corre que corre a esconderse
en el mar
Y pasa el rebaño que devasta mis nervios
Entonces yo sólo digo
Que no compro estrellas en la nochería
Y tampoco olas nuevas en
la marería
Prefiero escuchar las notas del alelí
Junto a la cascada que
cuenta sus monedas
O el bronceo del aeroplano en la punta del cielo
O mirar el ojo
del tigre donde sueña una mujer desnuda
Porque si no la palabra que viene de tan lejos
Se quiebra entre
los labios
Yo no tengo orgullos de campanario
Ni tengo ningún odio
petrificado
Ni grito como un sombrero afectuoso que viene saliendo del desierto
Digo solamente
No hay tiempo que perder
El visir con
lenguaje de pájaro
Nos habla largo largo como un sendero
Las caravanas se alejan
sobre su voz
Y los barcos hacia horizontes imprecisos
Él devuelve el oriente
sobre las almas
Que toman un oriente de perla
Y se llenan de fósforos a cada
paso
De su boca brota una selva
De su selva brota un astro
Del
astro cae una montaña sobre la noche
De la noche cae otra noche
Sobre la noche del vacío
La noche
lejos tan lejos que parece una muerta que se llevan
Adiós hay que decir adiós
Adiós hay que decir a Dios
Entonces el huracán destruido por la luz de la lengua
Se deshace en arpegios circulares
Y aparece la luna seguida de
algunas gaviotas
Y sobre el camino
Un caballo que se va agrandando a medida que
se aleja
Darse prisa darse prisa
Están prontas las semillas
Esperando una orden para florecer
Paciencia ya luego crecerán
Y se irán por los senderos de la
savia
Por su escalera personal
Un momento de descanso
Antes del
viaje al cielo del árbol
El árbol tiene miedo de alejarse demasiado
Tiene miedo y vuelve
los ojos angustiados
La noche lo hace temblar
La noche y su licantropía
La noche
que afila sus garras en el viento
Y aguza los oídos de la selva
Tiene miedo digo el árbol tiene
miedo
De alejarse de la tierra
No hay tiempo que perder
Los
iceberg que flotan de los ojos de los muertos
Conocen su camino
Ciego sería el que llorara
Las tinieblas
del féretro sin límites
Las esperanzas abolidas
Los tormentos cambiados en inscripción
de cementerio
Aquí yace Carlota ojos marítimos
Se le rompió un satélite
Aquí yace Matías en su corazón dos escualos se batían
Aquí yace Marcelo mar y cielo en el mismo violonchelo
Aquí yace
Susana cansada de pelear contra el olvido
Aquí yace Teresa ésa es la tierra que araron sus ojos hoy ocupada
por su cuerpo
Aquí yace Angélica anclada en el puerto de sus brazos
Aquí yace
Rosario río de rosas hasta el infinito
Aquí yace Raimundo raíces del mundo son sus venas
Aquí yace
Clarisa clara risa enclaustrada en la luz
Aquí yace Alejandro antro alejado ala adentro
Aquí yace Gabriela
rotos los diques sube en las savias hasta el sueño
esperando la resurrección
Aquí yace Altazor azor fulminado por
la altura
Aquí yace Vicente antipoeta y mago
Ciego sería el que llorara
Ciego como el cometa que va con su bastón
Y su neblina de ánimas
que lo siguen
Obediente al instinto de sus sentidos
Sin hacer caso de los
meteoros que apedrean desde lejos
Y viven en colonias según la temporada
El meteoro insolente
cruza por el cielo
El meteplata el metecobre El metepiedras en el infinito
Meteópalos en la mirada
Cuidado aviador con las estrellas
Cuidado con la aurora
Que
el aeronauta no sea el auricida
Nunca un cielo tuvo tantos caminos como éste
Ni fue tan
peligroso
La estrella errante me trae el saludo de un amigo muerto hace diez
años
Darse prisa darse prisa
Los planetas maduran en el planetal
Mis ojos han visto la raíz de los pájaros
El más allá de los nenúfares
Y el ante acá de las mariposas
¿Oyes el ruido que hacen las mandolinas al morir?
Estoy perdido
No hay más que capitular
Ante la guerra sin
cuartel
Y la emboscada nocturna de estos astros
La eternidad quiere
vencer
Y por lo tanto no hay tiempo que perder
Entonces
Ah entonces
Más allá del último horizonte
Se verá lo que hay que
ver
La ciudad
Debajo de las luces y las ropas colgadas
El
jugador aéreo
Desnudo
Frágil
La noche al fondo del océano
Tierna
ahogada
La muerte ciega
Y su esplendor
Y el sonido y el sonido
Espacio la lumbrera
A estribor
Adormecido
En cruz
en luz
La tierra y su cielo
El cielo y su tierra
Selva noche
Y río día por el universo
El pájaro tralalí canta en las ramas de mi cerebro
Porque
encontró la clave del eterfinifrete
Rotundo como el unipacio y el espaverso
Uiu uiui
Tralalí
tralalá
Aia ai ai aaia i i
* * *
* *
Canto V
Aquí comienza el campo
inexplorado
Redondo a causa de los ojos que lo miran
Y profundo a causa de
mi propio corazón
Lleno de zafiros probables
De manos de sonámbulos
De
entierros aéreos
Conmovedores como el sueño de los enanos
O el ramo cortado en el
infinito
Que trae la gaviota para sus hijos
Hay un espacio despoblado
Que es preciso poblar
De miradas con semillas abiertas
De
voces bajadas de la eternidad
De juegos nocturnos y aerolitos de violín
De ruido de rebaños
sin permiso
Escapados del cometa que iba a chocar
¿Conoces tú la fuente
milagrosa
Que devuelve a la vida los náufragos de antaño?
¿Conoces tú la
flor que se llama voz de monja
Que crece hacia abajo y se abre al fondo de la tierra?
¿Has
visto al niño que cantaba
Sentado en una lágrima
El niño que cantaba al lado de un suspiro
O de un ladrido de perro inconsolable?
¿Has visto al arco-iris
sin colores
Terriblemente envejecido
Que vuelve del tiempo de los faraones?
El miedo cambia la forma de las flores
Que esperan temblando
el juicio final
Una a una las estrellas se arrojan por el balcón
El mar se está
durmiendo detrás de un árbol
Con su calma habitual
Porque sabe desde los tiempos bíblicos
Que el regreso es desconocido en la estrella polar
Ningún navegante ha encontrado la rosa de los mares
La rosa
que trae el recuerdo de sus abuelos
Del fondo de sí misma
Cansada de soñar
Cansada de vivir en
cada pétalo
Viento que estás pensando en la rosa del mar
Yo te espero de pie
al final de esta línea
Yo sé dónde se esconde la flor que nace del sexo de las sirenas
En el momento del placer
Cuando debajo del mar empieza a atardecer
Y se oye crujir las
olas
Bajo los pies del horizonte
Yo sé yo sé dónde se esconde
El
viento tiene la voz de abeja de la joven pálida
La joven pálida como su propia estatua
Que yo amé en un rincón
de mi vida
Cuando quería saltar de una esperanza al cielo
Y caí de
naufragio en naufragio de horizonte en horizonte
Entonces vi la rosa que se esconde
Y que nadie ha encontrado
cara a cara
¿Has visto este pájaro de islas lejanas
Arrojado por la
marea a los pies de mi cama?
¿Has visto el anillo hipnótico que va de ojo a ojo
Del amor al
amor del odio al odio
Del hombre a la mujer del planeta a la planeta
¿Has visto en el
cielo desierto
La paloma amenazada por los años
Con los ojos llenos de
recuerdos
Con el pecho lleno de silencio
Más triste que el mar después de
un naufragio?
Detrás del águila postrera cantaba el cantador
Tenía un
anillo en el corazón
Y se sentó en la tierra de su esfuerzo
Frente al volcán
desafiado por una flor
El atleta quisiera ser un faro
Para tener barcos que lo miren
Para hacerlos dormir para dormirse
Y arrullar al cielo como un
árbol
El atleta
Tiene un anillo en la garganta
Y así se pasa el
tiempo
Quieto quieto
Porque le están creciendo anémonas en el cerebro
Contempla al huérfano que se paró en su edad
Por culpa de
los ríos que llevan poca agua
Por culpa de las montañas que no bajan
Crece crece dice el
violonchelo
Como yo estoy creciendo
Como está creciendo la idea del suicidio
en la bella jardinera
Crece pequeño zafiro más tierno que la angustia
En los ojos del
pájaro quemado
Creceré creceré cuando crezca la ciudad
Cuando los peces se
hayan bebido todo el mar
Los días pasados son caparazones de tortuga
Ahora tengo barcos
en la memoria
Y los barcos se acercan día a día
Oigo un ladrido de perro que
da la vuelta al mundo
En tres semanas
Y se mueren llegando
El corazón ha roto
las amarras
A causa de los vientos
Y el niño está quedándose huérfano
Si
el paisaje se hiciera paloma
Antes de la noche se lo comería el mar
Pero el mar está
preparando un naufragio
Y tiene sus pensamientos por otros lados
Navío navío
Tienes la vida corta de un abanico
Aquí nos reímos de todo eso
Aquí en el lejos lejos
La
montaña embrujada por un ruiseñor
Sigue la miel del oso envenenado
Pobre oso de piel de oso
envenenado por la noche boreal
Huye que huye de la muerte
De la muerte sentada al borde del mar
La montaña y el montaño
Con su luno y con su luna
La
flor florecida y el flor floreciendo
Una flor que llaman girasol
Y un sol que se llama giraflor
El pájaro puede olvidar que es pájaro
A causa del cometa que no
viene
Por miedo al invierno o a un atentado
El cometa que debía nacer
de un telescopio y una hortensia
Que se creyó mirar y era mirado
Un aviador se mata sobre el
concierto único
Y el Angel que se baña en algún piano
Se vuelve otra vez
envuelto en sones
Buscando el receptor en los picachos
Donde brotan las palabras y
los ríos
Los lobos hacen milagros
En las huellas de la noche
Cuando el pájaro incógnito se nubla
Y pastan las ovejas al otro lado de la luna
Si es un
recuerdo de música
Nadie puede impedir que el circo se agrande en el silencio
Ni
las campanas de los astros muertos
Ni la serpiente que se nutre de colores
Ni el pianista que está
saliendo de la tierra
Ni el misionero que olvidó su nombre
Si el camino se sienta
a descansar
O se remoja en el otoño de las constelaciones
Nadie impedirá que
un alfiler se clave en la eternidad
Ni la mujer espolvoreada de mariposas
Ni el huérfano amaestrado
por una tulipa
Ni la cebra que trota alrededor de un valse
Ni el guardián de la
suerte
El cielo tiene miedo de la noche
Cuando el mar hace dormir los
barcos
Cuando la muerte se nutre en los rincones
Y la voz del silencio
se llena de vampiros
Entonces alumbramos un fuego bajo el oráculo
Para aplacar la
suerte
Y alimentamos los milagros de la soledad
Con nuestra propia
carne
Entonces en el cementerio sellado
Y hermoso como un eclipse
La rosa rompe sus lazos y florece al reverso de la muerte
Noche de viejos terrores de noche
¿En dónde está la gruta
polar nutrida de milagros?
¿En dónde está el miraje delirante
De los ojos de arco iris y de
la nebulosa?
Se abre la tumba y al fondo se ve el mar
El aliento se corta y
el vértigo suspenso
Hincha las sienes se derrumba en las venas
Abre los ojos más
grandes que el espacio que cabe en ellos
Y un grito se cicatriza en el vacío enfermo
Se abre la tumba y
al fondo se ve un rebaño perdido en la montaña
La pastora con su capa de viento al lado de la noche
Cuenta las
pisadas de Dios en el espacio
Y se canta a sí misma
Se abre la tumba y al fondo se ve un
desfile de témpanos de hielo
Que brillan bajo los reflectores de la tormenta
Y pasan en
silencio a la deriva
Solemne procesión de témpanos
Con hachones de luz dentro del
cuerpo
Se abre la tumba y al fondo se ven el otoño y el invierno
Baja
lento lento un cielo de amatista
Se abre la tumba y al fondo se ve una enorme herida
Que se
agranda en lo profundo de la tierra
Con un ruido de verano y primaveras
Se abre la tumba y al fondo
se ve una selva de hadas que se fecundan
Cada árbol termina en un pájaro extasiado
Y todo queda adentro
de la elipse cerrada de sus cantos
Por esos lados debe hallarse el nido de las 1ágrimas
Que ruedan
por el cielo y cruzan el zodiaco
De signo en signo
Se abre la tumba y al fondo se ve la hirviente
nebulosa que se apaga y se alumbra
Un aerolito pasa sin responder a nadie
Danzan luminarias en el
cadalso ilimitado
En donde las cabezas sangrientas de los astros
Dejan un halo que
crece eternamente
Se abre la tumba y salta una ola
La sombra del universo se
salpica
Y todo lo que vive en la sombra o en la orilla
Se abre la tumba
y sale un sollozo de planetas
Hay mástiles tronchados y remolinos de naufragios
Doblan las
campanas de todas las estrellas
Silba el huracán perseguido a través del infinito
Sobre los ríos
desbordados
Se abre la tumba y salta un ramo de flores cargadas de cilicios
Crece la hoguera impenetrable y un olor de pasión invade el orbe
El sol tantea el último rincón donde se esconde
Y nace la selva
mágica
Se abre la tumba y al fondo se ve el mar
Sube un canto de mil
barcos que se van
En tanto un tropel de peces
Se petrifica lentamente
Cuánto tiempo ese dedo de silencio
Dominando el insomnio interminable
Que reina en las esferas
Es hora de dormir en todas partes
El sueño saca al hombre de la tierra
Festejamos el amanecer
con las ventanas
Festejamos el amanecer con los sombreros
Se vuela el terror del
cielo
Los cerros se lanzan pájaros a la cara
Amanecer con esperanza de
aeroplanos
Bajo la bóveda que cuela la luz desde tantos siglos
Amor y
paciencia de columna central
Nos frotamos las manos y reímos
Nos lavamos los ojos y jugamos
El horizonte es un rinoceronte
El mar un azar
El cielo un pañuelo
La llaga una plaga
Un horizonte jugando a todo mar se sonaba con el
cielo después de las siete plagasde Egipto
El rinoceronte navega sobre el azar como el cometa en su
pañuelo lleno de plagas
Razón de día no es razón de noche
Y cada tiempo tiene
insinuación distinta
Los vegetales salen a comer al borde
Las olas tienden las manos
Para coger un pájaro
Todo es variable en el mirar sencillo
Y
en los subterráneos de la vida
Tal vez sea lo mismo
La herida de luna de la pobre loca
La pobre loca de la luna herida
Tenía luz en la celeste boca
Boca celeste que la luz tenía
El mar de flor para esperanza ciega
Ciega esperanza para flor de mar
Cantar para el ruiseñor que al
cielo pega
Pega el cielo al ruiseñor para cantar
Jugamos fuera del
tiempo
Y juega con nosotros el molino de viento
Molino de viento
Molino de aliento
Molino de cuento
Molino de intento
Molino de aumento
Molino de ungüento
Molino de sustento
Molino de tormento
Molino de salvamento
Molino de advenimiento
Molino de tejimiento
Molino de
rugimiento
Molino de tañimiento
Molino de afletamiento
Molino de
agolpamiento
Molino de alargamiento
Molino de alejamiento
Molino de
amasamiento
Molino de engrendramiento
Molino de ensoñamiento
Molino de
ensalzamiento
Molino de enterramiento
Molino de maduramiento
Molino de
malogramiento
Molino de maldecimiento
Molino de sacudimiento
Molino de
revelamiento
Molino de oscurecimiento
Molino de enajenamiento
Molino de
enamoramiento
Molino de encabezamiento
Molino de encastillamiento
Molino
de aparecimiento
Molino de despojamiento
Molino de atesoramiento
Molino de
enloquecimiento
Molino de ensortijamiento
Molino de envenenamiento
Molino de
acontecimiento
Molino de descuartizamiento
Molino del portento
Molino del
lamento
Molino del momento
Molino del firmamento
Molino del
sentimiento
Molino del juramento
Molino del ardimiento
Molino del
crecimiento
Molino del nutrimiento
Molino del conocimiento
Molino del
descendimiento
Molino del desollamiento
Molino del elevamiento
Molino del
endiosamiento
Molino del alumbramiento
Molino del deliramiento
Molino del
aburrimiento
Molino del engreimiento
Molino del escalamiento
Molino del
descubrimiento
Molino del escurrimiento
Molino del remordimiento
Molino del
redoblamiento
Molino del atronamiento
Molino del aturdimiento
Molino del
despeñamiento
Molino del quebrantamiento
Molino del envejecimiento
Molino
del aceleramiento
Molino del encarnizamiento
Molino del anonadamiento
Molino
del arrepentimiento
Molino del encanecimiento
Molino del despedazamiento
Molino
del descorazonamiento
Molino en fragmento
Molino en detrimento
Molino en
giramiento
Molino en gruñimiento
Molino en sacramento
Molino en
pensamiento
Molino en pulsamiento
Molino en pudrimiento
Molino en
nacimiento
Molino en apiñamiento
Molino en apagamiento
Molino en
decaimiento
Molino en derretimiento
Molino en desvalimento
Molino en
marchitamiento
Molino en enfadamiento
Molino en encantamiento
Molino en
transformamiento
Molino en asolamiento
Molino en concebimiento
Molino en
derribamiento
Molino en imaginamiento
Molino en desamparamiento
Molino con
talento
Molino con acento
Molino con sufrimiento
Molino con
temperamento
Molino con fascinamiento
Molino con hormigamiento
Molino con
retorcimiento
Molino con resentimiento
Molino con refregamiento
Molino con
recogimiento
Molino con razonamiento
Molino con quebrantamiento
Molino
con prolongamiento
Molino con presentimiento
Molino con padecimiento
Molino con
amordazamiento
Molino con enronquecimiento
Molino con alucinamiento
Molino
con atolondramiento
Molino con desafallecimiento
Molino para aposento
Molino
para convento
Molino para ungimiento
Molino para alojamiento
Molino para
cargamento
Molino para subimiento
Molino para flotamiento
Molino para
enfriamiento
Molino para embrujamiento
Molino para acogimiento
Molino
para apostamiento
Molino para arrobamiento
Molino para escapamiento
Molino
para escondimiento
Molino para estrellamiento
Molino para exaltamiento
Molino
para guarecimiento
Molino para levantamiento
Molino para machucamiento
Molino
para renovamiento
Molino para desplazamiento
Molino para anticipamiento
Molino
para amonedamiento
Molino para profetizamiento
Molino para descoyuntamiento
Molino como ornamento
Molino como elemento
Molino como armamento
Molino como
instrumento
Molino como monumento
Molino como palpamiento
Molino como
descubrimiento
Molino como anunciamiento
Molino como medicamento
Molino
como desvelamiento
Molino a sotavento
Molino a barlovento
Molino a ligamento
Molino a lanzamiento
Molino a mordimiento
Molino a
movimiento
Molino que invento
Molino que ahuyento
Molino que oriento
Molino que caliento
Molino que presiento
Molino que
apaciento
Molino que transparento
Molino lento
Molino cruento
Molino atento
Molino hambriento
Molino sediento
Molino sangriento
Molino jumento
Molino violento
Molino contento
Molino opulento
Molino
friolento
Molino avariento
Molino corpulento
Molino achaquiento
Molino granujiento
Molino ceniciento
Molino polvoriento
Molino cazcarriento
Molino gargajiento
Molino sudoriento
Molino macilento
Molino soñoliento
Molino turbulento
Molino truculento
Así eres molino de viento
Molino de
asiento
Molino de asiento del viento
Que teje las noches y las mañanas
Que hila las nieblas de ultratumba
Molino de aspavientos y del
viento en aspas
El paisaje se llena de tus locuras
Y el trigo viene y va
De la tierra al cielo
Del cielo al mar
Los trigos de las olas amarillas
Donde el
viento se revuelca
Buscando la cosquilla de las espigas
Escucha
Pasa el
palpador en eléctricas corrientes
El viento norte despeina tus cabellos
Hurra molino moledor
Molino volador
Molino charlador
Molino cantador
Cuando el cielo trae de la
mano una tempestad
Hurra molino girando en la memoria
Molino que hipnotiza las
palomas viajeras
Habla habla molino de cuento
Cuando el viento narra tu
leyenda etérea
Sangra sangra molino del descendimiento
Con tu gran recuerdo
pegado a los ocasos del mundo
Y los brazos de tu cruz fatigados por el huracán
Así reímos
y cantamos en esta hora
Porque el molino ha creado el imperio de su escogida
Y es
necesario que lo sepa
Es necesario que alguien se lo diga
Sol tú que naciste en mi
ojo derecho
Y moriste en mi ojo izquierdo
No creas en los vaticinios del
zodiaco
Ni en los ladridos de las tumbas
Las tumbas tienen maleficios de
luna
Y no saben de lo que hablan
Yo te lo digo porque mi sombrero
está cansado de recorrer el mundo
Y tengo una experiencia de mariposa milenaria
Profetiza
profetiza
Molino de las constelaciones
Mientras bailamos sobre el azar de
la risa
Ahora que la grúa que nos trae el día
Volcó la noche fuera de la
tierra
Empiece ya
La farandolina en la lejantaña de la montania
El horimento bajo el firmazonte
Se embarca en la luna
Para dar la vuelta al mundo
Empiece ya
La faranmandó mandó liná
Con su musiquí con su musicá
La
carabantantina
La carabantantú
La farandosilina
La Farandú
La
Carabantantá
La Carabantantí
La farandosilá
La faransí
Ríe ríe
antes que venga la fatiga
En su carro nebulosos de días
Y los años y los siglos
Se
amontonen en el vacío
Y todo sea oscuro en el ojo del cielo
La cascada que
cabellera sobre la noche
Mientras la noche se cama a descansar
Con su luna que almohada
al cielo
Yo ojo el paisaje cansado
Que se ruta hacia el horizonte
A
la sombra de un árbol naufragando
Y he aquí que ahora me diluyo en múltiples cosas
Soy
luciérnaga y voy iluminando las ramas de la selva
Sin embargo cuando vuelo guardo mi modo de andar
Y no sólo soy
luciérnaga
Sino también el aire en que vuela
La luna me atraviesa de parte
a parte
Dos pájaros se pierden en mi pecho
Sin poderlo remediar
Y
luego soy árbol
Y en cuanto a árbol conservo mis modos de luciérnaga
Y mis modos
de cielo
Y mi andar de hombre mi triste andar
Ahora soy rosal y hablo con
lenguaje de rosal
Y digo
Sal rosa rorosalía
Sal rosa al día
Salía al sol
rosa sario
Fueguisa mía sonrodería rososoro oro
Ando pequeño volcán del día
Y tengo miedo del volcán
Mas el volcán responde
Prófugo
rueda al fondo donde ronco
Soy rosa de trueno y sueno mis carrasperas
Estoy preso y
arrastro mis propios grillos
Los astros que trago crujen en mis entrañas
Proa a la borrasca
en procesión procreadora
Proclamo mis proezas bramadoras
Y mis bronquios respiran en la
tierra profunda
Bajo los mares y las montañas
Y luego soy pájaro
Y me
disputo el día en gorjeos
El día que me cruza la garganta
Ahora solamente digo
Callaos
que voy a cantar
Soy el único cantor de este siglo
Mío mío es todo el infinito
Mis mentiras huelen a cielo
Y nada más
Y ahora soy mar
Pero guardo algo de mis modos de volcán
De mis modos de árbol de mis modos de luciérnaga
De mis modos de
pájaro de hombre y de rosal
Y hablo como mar y digo
De la firmeza hasta el horicielo
Soy
todo montalas en la azulaya
Bailo en las volaguas como espurinas
Una corriela tras de la
otra
Una corriela tras de la otra
Ondola en olañas mi rugazuelo
Las verdondilas bajo la luna del selviflujo
Van en montonda hasta el infidondo
Y cuando bramuran los
hurafones
Y la ondaja lanza a las playas sus laziolas
Hay un naufundo que
grita pidiendo auxilio
Yo no me hago el sordo
Mira las butraceas lentas sobre mis
tornadelas
La subaterna con sus brajidos
Las escalolas de la montasca
Las escalolas de la desonda
Que no descansan hasta que roen el borde de los altielos
Hasta
que llegan al abifunda
En tanto el pirata canta
Y yo lo escucho vestido de verdiul
La lona en el mar riela
En la luna gime el viento
Y alza en blanco crugimiento
Alas de olas en mi azul
El mar se abrirá para dejar salir los
primeros náufragos
Que cumplieron su castigo
Después de tantos siglos y más siglos
Andarán por la tierra con miradas de vidrio
Escalarán los montes
de sus frases proféticas
Y se convertirán en constelaciones
Entonces aparecerá un volcán
en medio de las olas
Y dirá yo soy el rey
Traedme el harmonio de las nebulosas
Y
sabed que las islas son la corona de mi cabeza
Y las olas mi único tesoro
Yo soy el rey
El rey canta a la
reina
El cielo canta a la ciela
El luz canta a la luz
La luz que
busca el ojo hasta que lo encuentra
Canta el cielo en su lengua astronómica
Y la luz en su idioma
magnético
Mientras el mar lame los pies de la reina
Que se peina
eternamente
Yo soy el rey
Y os digo que el planeta que atravesó la noche
No se reconoce al salir por el otro lado
Y mucho menos al entrar en el día
Pues ni siquiera recuerda cómo
se llamaba
Ni quiénes era sus padres
Dime ¿eres hijo de Martín Pescador
O eres nieto de un cigüeña tartamuda
O de aquella jirafa que vi en medio del desierto
Pastando
ensimismadas las yerbas de la luna
O eres hijo del ahorcado que tenía ojos de pirámide?
Algún día
lo sabremos
Y morirás sin tu secreto
Y de tu tumba saldrá un arco-iris como
un tranvía
Del arco-iris saldrá una pareja haciendo el amor
Del amor saldrá
una selva errante
De la selva saldrá una flecha
De la flecha saldrá una liebre
huyendo por los campos
De la liebre saldrá una cinta que irá señalando su camino
De la
cinta saldrá un río y una catarata que salvará a la liebre de
sus perseguidores
Hasta que la liebre empiece a trepar por una
mirada
Y se esconda al fondo del ojo
Yo soy el rey
Los ahogados
florecen cuando yo lo mando
Atad el arco-iris al pirata
Atad el viento a los cabellos de la
bruja
Yo soy el rey
Y trazaré tu horóscopo como un plan de batalla
Oyendo esto el arco-iris se alejaba
¿A dónde vas arco-iris
No sabes que hay asesinos en todos los caminos?
El iris encadenado en la columna montante
Columna de mercurio en
fiesta para nosotros
Tres mil doscientos metros de infra-rojo
Un extremo se apoya en
mi pie y el otro en la llaga de Cristo
Los domingos del arco-iris para el arcAngel
¿En dónde está el
arquero de los meteoros?
El arquero arcaico
Bajo la arcada eterna el arquero del arcano
con su violín violeta con su violín
violáceo con su violín violado
Arco-iris arco de las cejas en mi
cielo arqueológico
Bajo el área del arco se esconde el arca de tesoros preciosos
Y
la flor montada como un reloj
Con el engranaje perfecto de sus pétalos
Ahora que un caballo
empieza a subir galopando por el arco-iris
Ahora la mirada descarga los ojos demasiado llenos
En el
instante en que huyen los ocasos a través de las llanuras
El cielo está esperando un aeroplano
Y yo oigo la risa de
los muertos debajo de la tierra
* * * * *
Canto VI
Alhaja apoteosis y molusco
Anudado
Noche
Nudo
El corazón
Esa entonces dirección
Nudo temblando
Flexible corazón la apoteosis
Un dos tres
Cuatro
Lágrima
Mi lámpara
Y molusco
El pecho al melodioso
Anudado la joya
Conque
temblando angustia
Normal tedio
Sería pasión
Muerte el violonchelo
Una bujía el ojo
Otro otra
Cristal si cristal era
Cristaleza
Magnetismo
Sabéis la seda
Viento flor
Lento nube lento
Seda cristal lento seda
El magnetismo
Seda aliento cristal seda
Así viajando en postura de ondulación
Cristal nube
Molusco sí por violonchelo y joya
Muerte de joya y violonchelo
Así sed por hambre o hambre y sed
Y nube y joya
Lento
Nube
Ala ola ole ala Aladino
El ladino Aladino Ah ladino dino la
Cristal nube
Adónde
en dónde
Lento lenta
ala ola
Ola ola el ladino si ladino
Pide ojos
tengo nácar
En la seda cristal nube
Cristal ojos
y perfumes
Bella tienda
Cristal nube
Muerte joya o en ceniza
Porque eterno porque eterna
lento lenta
Al azar del cristal ojos
Gracia tanta
y entre mares
Miramares
Nombres daba
por los ojos hojas mago
Alto alto
Y el darín de la Babel
Pida nácar
tenga muerte
Una dos y cuatro muerte
Para el ojo y entre mares
Para el barco en los perfumes
Por la joya al infinito
Vestir cielo sin desmayo
Se deshoja
tan prodigio
El cristal ojo
Y la visita
Flor y rama
Al gloria trino
Apoteosis
Va viajando Nudo Noche
Me daría
cristaleras
tanto azar
y noche y noche
Que tenía la borrasca
Noche y noche
Apoteosis
Que tenía cristal ojo cristal seda cristal nube
La
escultura seda o noche
Lluvia
Lana flor por ojo
Flor por nube
Flor por noche
Señor horizonte viene viene
Puerta
Iluminando
negro
Puerta hacia idas estatuarias
Estatuas de aquella ternura
A
dónde va
De dónde viene
el paisaje viento seda
El paisaje
señor verde
Quién diría
Que se iba
Quién diría cristal noche
Tanta tarde
Tanto cielo que levanta
Señor cielo
cristal cielo
Y las llamas
y en mi reino
Ancla noche apoteosis
Anudado
la tormenta
Ancla cielo
sus raíces
El destino tanto azar
Se desliza deslizaba
Apagándose pradera
Por quien sueña
Lunancero cristal luna
En que sueña
En
que reino
de sus hierros
Ancla mía golondrina
Sus resortes en el mar
Angel mío
tan obscuro
tan color
Tan estatua y tan aliento
Tierra y mano
La marina
tan armada
Armaduras los cabellos
Ojos templo
y el mendigo
Estallado corazón
Montanario
Campañoso
Suenan perlas
Llaman perlas
El honor de los adioses
Cristal nube
El rumor y la lazada
Nadadora
Cristal noche
La medusa irreparable
Dirá espectro
Cristal seda
Olvidando la serpiente
Olvidando sus dos piernas
Sus dos ojos
Sus dos manos
Sus orejas
Aeronauta
en mi terror
Viento aparte
Mandodrina y golonlina
Mandolera
y ventolina
Enterradas
Las campanas
Enterrados los olvidos
En su
oreja
viento norte
Cristal mío
Baño eterno
el nudo noche
El gloria trino
sin desmayo
Al tan prodigio
Con su estatua
Noche y rama
Cristal sueño
Cristal viaje
Flor y noche
Con su estatua
Cristal muerte
* * * * *
Canto VII
Ai aia aia
ia ia ia aia ui
Tralalí
Lali lali
Aruaru
urulario
Rimbibolam lam lam
Uiaya zollonario
lalilá
Monlutrella monluztrella
lalolú
Montresol y mandotrina
Ai ai
Montesur en lasurido
Montesol
Lusponsedo solinario
Aururaro ulisamento lalilá
Ylarca
murllonía
Hormajauma marijauda
Mitradente
Mitrapausa
Mitralonga
Matrisola
matriola
Olamina olasica lalilá
Isonauta
Olandera uruaro
Ia ia campanuso compasedo
Tralalá
Ai ai mareciente y eternauta
Redontella tallerendo
lucenario
Ia ia
Laribamba
Larimbambamplanerella
Laribambamositerella
Leiramombaririlanla
lirilam
Ai i a
Temporía
Ai ai aia
Ululayu
lulayu
layu yu
Ululayu
ulayu
layu yu
Lunatando
Sensorida e infimento
Ululayo ululamento
Plegasuena
Cantasorio ululaciente
Oraneva yu yu yo
Tempovío
Infilero e infinauta zurrosía
Jaurinario ururayú
Montañendo oraranía
Arorasía ululacente
Semperiva
ivarisa tarirá
Campanudio lalalí
Auriciento auronida
Lalalí
lo ia
i i i o
Ai a a i ai a i i i io ia
Aquí estamos
Nada está sujeto a los
ojos para siempre
Nada tiene lazos de leyenda a través del murmullo
Sólo tu sombra da el destino y despierta la caverna
Tu lumbre que
suspira a modo de subir
Entregándose entera en su esperanza
Como
chispa confiada y como signo de su hondura
Volvamos al principio sin conclusión alguna
En virginal salida de
la piel vidente
Sin suceso del día ni del año sino largo memorial
De la raíz a la más alta punta
Con los dedos crecidos por el viento
Y el terror de los anuncios obscuros regalados
Humildemente regalados
como semillas a la madre
Así el barco buscado por sus aguas
Ha de
reconocer los fluidos de su acento
Y será reconocido por las puertas
hermanas
La idea es nacimiento y sepulcro de grandes alas
Es vuelo general
es huñida de células y huesos
En árbol repentino sin recuerdo
aparente
Es un río asomado a su balcón
En el ir y venir de
rincones incógnitos
Entre cabezas y corazones asustados por su modo
de ser
Infinito alarido por el tiempo enseñado
Con tanta muerte
adentro que es cúspide de vida
Interminable océano sacrificado a la
noche
Y noche sacrificada al sol que no la espera
Arte poética
Que el verso sea como una llave
Que abra mil puertas.
Una hoja cae;
algo pasa volando;
Cuanto miren los ojos, creado sea,
Y el alma
del oyente quede temblando.
Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;
El adjetivo, cuando no
da vida, mata.
Estamos en el cielo de los versos.
El músculo cuelga,
como
recuerdo, en los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza;
el
vigor verdadero
reside en la cabeza.
Por qué cantáis la rosa, ¡oh poetas!
¡Hacedla florecer en el poema!
Sólo para vosotros
Viven todas las cosas bajo el sol.
El poeta
es un pequeño Dios.
Astro
El libro
Y la puerta
Que el viento cierra
Mi cabeza inclinada
sobre la sombra del humo
Y esta página blanca que se aleja.
Escucha el ruido de las
tardes vivas
Reloj del horizonte.
Bajo la niebla envejecida
Se diría un astro
de resorte.
Mi alcoba tiembla como un barco.
Pero eres tú
Tú sola
El astro de mi plafón.
Yo miro tu recuerdo
náufrago.
Y aquel pájaro ingenuo
Bebiendo el agua del espejo.
Balada de lo que no vuelve
Venía hacia mí por la sonrisa
Por el camino de su gracia
Y
cambiaba las horas del día
El cielo de la noche se convertía en el
cielo del amanecer
El mar era un árbol frondoso lleno de pájaros
Las flores daban campanadas de alegría
Y mi corazón se ponía a
perfumar enloquecido
Van andando los días a lo largo del año
¿En dónde estás?
Me
crece la mirada
Se me alargan las manos
En vano la soledad abre
sus puertas
Y el silencio se llena de tus pasos de antaño
Me crece
el corazón
Se me alargan los ojos
Y quisiera pedir otros ojos
Para ponerlos allí donde terminan los míos
¿En dónde estás ahora?
¿Qué sitio del mundo se está haciendo tibio con tu presencia?
Me
crece el corazón como una esponja
O como esos corales que van a
formar islas
Es inútil mirar los astros
O interrogar las piedras
encanecidas
Es inútil mirar ese árbol que te dijo adiós el último
Y te saludará el primero a tu regreso
Eres sustancia de lejanía
Y
no hay remedio
Andan los días en tu busca
A qué seguir por todas
partes la huella de sus pasos
El tiempo canta dulcemente
Y si mis
ojos os dicen
Cuánta vida he vivido y cuánta muerte he muerto
Ellos podrían también deciros
Cuánta vida he muerto y cuánta muerte
he vivido
¡Oh mis fantasmas! ¡Oh mis queridos espectros!
La noche ha dejado
noche en mis cabellos
¿En dónde estuve? ¿Por dónde he andado?
¿Pero era ausencia aquélla o era mayor presencia?
Cuando las piedras oyen mi paso
Sienten una ternura que les
ensancha el alma
Se hacen señas furtivas y hablan bajo:
Allí se
acerca el buen amigo
El hombre de las distancias
Que viene
fatigado de tanta muerte al hombro
De tanta vida en el pecho
Y
busca donde pasar la noche
Heme aquí ante vuestros limpios ojos
Heme aquí vestido de
lejanías
Atrás quedaron los negros nubarrones
Los años de
tinieblas en el antro olvidado
Traigo un alma lavada por el fuego
Vosotros me llamáis sin saber a quién llamáis
Traigo un cristal sin
sombra un corazón que no decae
La imagen de la nada y un rostro que
sonríe
Traigo un amor muy parecido al universo
La poesia me
despejó el camino
Ya no hay banalidades en mi vida
¿Quién guió mis
pasos de modo tan certero?
Mis ojos dicen a aquellos que cayeron
Disparad contra mí vuestros
dardos
Vengad en mí vuestras angustias
Vengad en mí vuestros
fracasos
Yo soy invulnerable
He tomado mi sitio en el cielo como
el silencio
Los siglos de la tierra me caen en los brazos
Yo soy amigos el
viajero sin fin
Las alas de la enorme aventura
Batían entre
inviernos y veranos
Mirad cómo suben estrellas en mi alma
Desde
que he expulsado las serpientes del tiempo oscurecido
¿Cómo podremos entendernos?
Heme aquí de regreso de donde no se
vuelve
Compasión de las olas y piedad de los astros
¡Cuánto tiempo
perdido! Este es el hombre de las lejanías
El que daba vuelta las
páginas de los muertos
Sin tiempo sin espacio sin corazón sin sangre
El que andaba de un lado para otro
Desesperado y solo en las
tinieblas
Solo en el vacío
Como un perro que ladra hacia el fondo
de un abismo
¡Oh vosotros! ¡Oh mis buenos amigos!
Los que habéis tocado mis
manos
¿Qué habéis tocado?
Y vosotros que habéis escuchado mi voz
¿Qué habéis escuchado?
Y los que habéis contemplado mis ojos
¿Qué
habéis contemplado?
Lo he perdido todo y todo lo he ganado
Y ni siquiera pido
La
parte de la vida que me corresponde
Ni montañas de fuego ni mares
cultivados
Es tanto más lo que he ganado que lo que he perdido
Así
es el viaje al fin del mundo
Y ésta es la corona de sangre de la gran
experiencia
La corona regalo de mi estrella
¿En dónde estuve en
dónde estoy?
Los árboles lloran un pájaro canta inconsolable
Decid ¿quién es
el muerto?
El viento me solloza
¡Qué inquietudes me has dado!
Algunas flores exclaman
¿Estás vivo aún?
¿Quién es el muerto
entonces?
Las aguas gimen tristemente
¿Quién ha muerto en estas
tierras?
Ahora sé lo que soy y lo que era
Conozco la distancia que
va del hombre a la verdad
Conozco la palabra que aman los muertos
Este es el que ha llorado el mundo el que ha llorado resplandores
Las lágrimas se hinchan se dilatan
Y empiezan a girar sobre su
eje
Heme aquí ante vosotros
Cómo podremos entendernos Cómo saber
lo que decimos
Hay tantos muertos que me llaman
Allí donde la
tierra pierde su ruido
Allí donde me esperan mis queridos fantasmas
Mis queridos espectros
Mirad me os amo tanto pero soy extranjero
¿Quién salió de su tierra
Sin saber el hondor de su aventura?
Al
desplegar las alas
El mismo no sabía qué vuelo era su vuelo
Vuestro tiempo y vuestro espacio
No son mi espacio ni mi tiempo
¿Quién es el extranjero? ¿Reconocéis su andar?
Es el que vuelve con
un sabor de eternidad en la garganta
Con un olor de olvido en los
cabellos
Con un sonar de venas misteriosas
Es este que está
llorando el universo
Que sobrepasó la muerte y el rumor de la selva
secreta
Soy impalpable ahora como ciertas semillas
Que el viento
mismo que las lleva no las siente
Oh poesia nuestro reino empieza
Este es aquel que durmió muchas veces
Allí donde hay que estar
alerta
Donde las rocas prohíben la palabra
Allí donde se confunde
la muerte con el canto del mar
Ahora vengo a saber que fui a buscar
las llaves
He aquí las llaves
¿Quién las había perdido?
¿Cuánto
tiempo ha que se perdieron?
Nadie encontró las llaves perdidas en el
tiempo y en las brumas
¡Cuántos siglos perdidas!
Al fondo de las tumbas
Al fondo de los mares
Al fondo del
murmullo de los vientos
Al fondo del silencio
He aquí los signos
¡Cuánto tiempo olvidados!
Pero entonces amigo ¿qué vas a decirnos?
¿Quién ha de comprenderte? ¿De dónde vienes?
¿En dónde estabas? ¿En
qué alturas en qué profundidades?
Andaba por la Historia del brazo
con la muerte
Oh hermano nada voy a decirte
Cuando hayas tocado lo
que nadie puede tocar
Más que el árbol te gustará callar
Balandro
Los recuerdos
se han fatigado de seguirme
LA SENDA ERA TAN LARGA
Este viento venía de unas alas
Y los días pasan aullando al horizonte
Como un balandro joven
Crucé muchas tormentas
Entre canciones marineras
Todas las gaviotas
dejaron plumas en mis manos
Tras la última montaña
los meses descendían
Un póstumo cantar nos cerró la salida
Bay Rum
En tus cabellos se ha dormido
Aquella alondra que voló cantando
CUÁL ERA MI CAMINO
Nunca podré encontrarlo
La cascadas
Pequeñas cabelleras en la orilla
Sus estrellas resbalan y no brillan
En el cielo despoblado
Tan sólo tu cabellera sideral
Suelta sobre la tarde
Aquellas llamas que arden
Oración o cantar
Dame tu mano
Vamos
Vamos
Hay un poco de música en el musgo
Huir
hacia el último bosque
Y en la noche
Vaciar tu cabellera sobre el mundo
Campanario
A cada son de la campana
un pájaro volaba
Pájaros de ala inversa
que mueren entre las tejas
Donde ha caído la primera canción.
Al fondo de la tarde
las llamas vegetales
En cada hoja tiembla el corazón
Y una
estrella se enciende a cada paso.
Los ojos guardan algo
Que palpita en la voz.
Sobre la lejanía
un reloj se vacía.
Camino
Un cigarro vacío
A lo largo del camino
He deshojado mis dedos
Y jamás mirar atrás
Mi cabellera
Y el humo de esta pipa
Aquella luz me conducía
Todos los pájaros sin alas
En mis hombros cantaron
Pero mi corazón fatigado
Murió en el último nido
Llueve sobre el camino
Y voy buscando el sitio
donde mis lágrimas han caído
Cantar de los cantares
Cantar
Todos los días
Cantar
Ella vendrá tan rápida
Que su sombra se quedará olvidada
Sin poderla encontrar
En el camino
La nubes hidrófilas
Se rasgan en las cimas de las hojas
La lluvia
Detrás del agua
El sol
Al final de una canción
Alguien doblará los años
Y caerá en mis brazos
CasaSobre la
mesa
el abanico tierno
Un pájaro muerto en pleno vuelo
La casa de enfrente
blanca de yeso y de nieve
En el jardín ignorado
alguien pasea
Y un Angel equivocado
Se ha dormido sobre el humo de la chimenea
Para seguir el camino
Hay que recomenzar
QUIÉN ESCONDIÓ LAS LLAVES
Había tantas cosas que no pude encontrar
Cruz
Algo se ha quedado
Sobre las más tibias lejanías
En todas las rutas
había sangre de mis plumas
Al querer recogerlas
he visto que eran muchas
No es el Cristo que ha pasado
Lento como las horas del Oriente
Mi cruz no cargó mis espaldas
Ni vuela sobre los techos
EN LA CAMPIÑA HABÍA PUNTOS ROJOS
Mi cruz sin alas iba en mi pecho
Y no ha querido nunca cerrar los ojos
Un pájaro se quema en el ocaso
Cuántas cosas hemos olvidado
Mirando hacia la vida
He visto mi cigarro
Que humea en las más tibias lejanías
Depart La barca se alejaba
Sobre las olas cóncavasDe qué
garganta sin plumas
brotaban las canciones Una nube
de humo y un pañuelo
Se batían al vientoLas flores
del solsticio
Florecen al vacío
Y en vano
hemos llorado
sin poder recogerlas El último
verso nunca será cantadoLevantando
un niño al viento
Una mujer decía adiós desde la playa
TODAS LAS GOLONDRINAS SE ROMPIERON LAS ALAS
Días y noches te he buscado...
(De poemas póstumos #3)
Días y noches te he
buscado
Sin encontrar el sitio en donde cantas
Te he buscado por
el tiempo arriba y por el río abajo
Te has perdido entre las
lágrimas
Noches y noches te he
buscado
Sin encontrar el sitio en donde lloras
Porque yo sé que
estás llorando
Me basta con mirarme en un espejo
Para saber que
estás llorando y me has llorado
Sólo tú salvas el
llanto
Y de mendigo oscuro
Lo haces rey coronado por tu mano
Égloga
Sol muriente
Hay una panne en el motor
Y un olor primaveral
Deja en el aire al pasar
En algún sitio
una canción
EN DÓNDE ESTÁS
Una tarde como ésta
te busqué en vano
Sobre la niebla de todos los caminos
Me encontraba a mí mismo
Y en le humo de mi cigarro
Había un pájaro perdido
Nadie respondía
Los últimos pastores se ahogaron
Y los corderos equivocados
Comían flores y no daban miel
El viento que pasaba
Amontona sus lanas
Entre las nubes
Mojadas de mis lágrimas
A qué otra vez llorar
lo ya llorado
Y pues que las ovejas comen flores
Señal que ya has pasado
El célebre océano
El mar decía a sus olas
Hijas mías volved pronto
Yo veo desde aquí las esfinges en equilibrio
sobre el alambre
Veo una calle perdida en el ojo del muerto
Hijas
mías llevad vuestras cartas y no tardéis
Cada vez más rápidos los
árboles crecen
Cada vez más rápidas las olas mueren
Los récord de
la cabeza son batidos por los brazos
Los ojos son batidos por las
orejas
Sólo las voces luchan todavía contra el día
Creéis que oye nuestras voces
El día tan maltratado por el océano
Creéis que comprende la plegaria inmensa de esta agua que cruje
Sobre
sus huesos
Mirad el cielo muriente y las virutas del mar
Mirad la luz vacía
como aquel que abandonó su casa
El océano se fatiga de cepillar las
playas
De mirar con un ojo los bajos relieves del cielo
Con un ojo
tan casto como la muerte que lo aduerme
Y se aduerme en su vientre
El océano ha crecido de algunas olas
El seca su barba
Estruja
su casaca confortable
Saluda al sol en el mismo idioma
Ha crecido
de cien olas
Esto se debe a su inclinación natural
Tan natural como su verde
Más verde que los ojos que miran la hierba
La hierba de conducta
ejemplar
El mar ríe y bate la cola
Ha crecido de mil olas
El espejo de aguaMi espejo,
corriente por las noches,
Se hace arroyo y se aleja de mi cuarto.
Mi espejo,
más profundo que el orbe
Donde todos los cisnes se ahogaron.Es un
estanque verde en la muralla
Y en medio duerme tu desnudez anclada.Sobre sus
olas, bajo cielos sonámbulos,
Mis ensueños se alejan como barcos.De pie en
la popa siempre me veréis cantando.
Una rosa secreta se hincha en mi
pecho
Y un ruiseñor ebrio aletea en mi dedo
El paso del retorno
A Raquel que me dijo un día:
«Cuando tú te alejas un sólo instante,
el tiempo y yo lloramos...»
Yo soy ese que salió hace un año de su tierra
Buscando lejanías
de vida y muerte
Su propio corazón y el corazón del mundo
Cuando
el viento silbaba entrañas
En un crepúsculo gigante y sin recuerdos
Guiado por mi estrella
Con el pecho vacío
Y los ojos clavados
en la altura
Salí hacia mi destino
Oh mis buenos amigos
¿Me habéis reconocido?
He vivido una vida
que no puede vivirse
Pero tú poesia no me has abandonado un solo
instante
Oh mis amigos aquí estoy
Vosotros sabéis acaso lo que yo era
Pero nadie sabe lo que soy
El viento me hizo viento
La sombra me
hizo sombra
El horizonte me hizo horizonte preparado a todo
La tarde me hizo tarde
Y el alba me hizo alba para cantar de
nuevo
Oh poeta esos tremendos ojos
Ese andar de alma de acero y de
bondad de mármol
Este es aquel que llegó al final del último camino
Y que vuelve quizás con otro paso
Hago al andar el ruido de la muerte
Y si mis ojos os dicen
Cuánta vida he vivido y cuánta muerte he
muerto
Ellos podrían también deciros
Cuánta vida he muerto y
cuánta muerte he vivido
¡Oh mis fantasmas! ¡Oh mis queridos espectros!
La noche ha
dejado noche en mis cabellos
¿En dónde estuve? ¿Por dónde he andado?
¿Pero era ausencia aquélla o era mayor presencia?
Cuando las piedras oyen mi paso
Sienten una ternura que les
ensancha el alma
Se hacen señas furtivas y hablan bajo:
Allí se
acerca el buen amigo
El hombre de las distancias
Que viene
fatigado de tanta muerte al hombro
De tanta vida en el pecho
Y
busca donde pasar la noche
Heme aquí ante vuestros limpios ojos
Heme aquí vestido de
lejanías
Atrás quedaron los negros nubarrones
Los años de
tinieblas en el antro olvidado
Traigo un alma lavada por el fuego
Vosotros me llamáis sin saber a quién llamáis
Traigo un cristal sin
sombra un corazón que no decae
La imagen de la nada y un rostro que
sonríe
Traigo un amor muy parecido al universo
La poesia me
despejó el camino
Ya no hay banalidades en mi vida
¿Quién guió
mis pasos de modo tan certero?
Mis ojos dicen a aquellos que cayeron
Disparad contra mí vuestros
dardos
Vengad en mí vuestras angustias
Vengad en mí vuestros
fracasos
Yo soy invulnerable
He tomado mi sitio en el cielo como
el silencio
Los siglos de la tierra me caen en los brazos
Yo soy amigos el
viajero sin fin
Las alas de la enorme aventura
Batían entre
inviernos y veranos
Mirad cómo suben estrellas en mi alma
Desde
que he expulsado las serpientes del tiempo oscurecido
¿Cómo podremos entendernos?
Heme aquí de regreso de donde no se
vuelve
Compasión de las olas y piedad de los astros
¡Cuánto tiempo
perdido! Este es el hombre de las lejanías
El que daba vuelta las
páginas de los muertos
Sin tiempo sin espacio sin corazón sin sangre
El que andaba de un lado para otro
Desesperado y solo en las
tinieblas
Solo en el vacío
Como un perro que ladra hacia el fondo
de un abismo
¡Oh vosotros! ¡Oh mis buenos amigos!
Los que habéis tocado mis
manos
¿Qué habéis tocado?
Y vosotros que habéis escuchado mi voz
¿Qué habéis escuchado?
Y los que habéis contemplado mis ojos
¿Qué
habéis contemplado?
Lo he perdido todo y todo lo he ganado
Y ni siquiera pido
La
parte de la vida que me corresponde
Ni montañas de fuego ni mares
cultivados
Es tanto más lo que he ganado que lo que he perdido
Así es el viaje al fin del mundo
Y ésta es la corona de sangre de la
gran experiencia
La corona regalo de mi estrella
¿En dónde estuve
en dónde estoy?
Los árboles lloran un pájaro canta inconsolable
Decid ¿quién es
el muerto?
El viento me solloza
¡Qué inquietudes me has dado!
Algunas flores exclaman
¿Estás vivo aún?
¿Quién es el muerto
entonces?
Las aguas gimen tristemente
¿Quién ha muerto en estas
tierras?
Ahora sé lo que soy y lo que era
Conozco la distancia que
va del hombre a la verdad
Conozco la palabra que aman los muertos
Este es el que ha llorado el mundo el que ha llorado resplandores
Las lágrimas se hinchan se dilatan
Y empiezan a girar sobre su
eje.
Heme aquí ante vosotros
Cómo podremos entendernos Cómo saber
lo que decimos
Hay tantos muertos que me llaman
Allí donde la
tierra pierde su ruido
Allí donde me esperan mis queridos fantasmas
Mis queridos espectros
Miradme os amo tanto pero soy extranjero
¿Quién salió de su tierra
Sin saber el hondor de su aventura?
Al
desplegar las alas
Él mismo no sabía qué vuelo era su vuelo
Vuestro tiempo y vuestro espacio
No son mi espacio ni mi tiempo
¿Quién es el extranjero? ¿Reconocéis su andar?
Es el que vuelve con
un sabor de eternidad en la garganta
Con un olor de olvido en los
cabellos
Con un sonar de venas misteriosas
Es este que está
llorando el universo
Que sobrepasó la muerte y el rumor de la selva
secreta
Soy impalpable ahora como ciertas semillas
Que el viento
mismo que las lleva no las siente
Oh poesia nuestro reino empieza
Este es aquel que durmió muchas veces
Allí donde hay que estar
alerta
Donde las rocas prohíben la palabra
Allí donde se confunde
la muerte con el canto del mar
Ahora vengo a saber que fui a buscar
las llaves
He aquí las llaves
¿Quién las había perdido?
¿Cuánto
tiempo ha que se perdieron?
Nadie encontró las llaves perdidas en el
tiempo y en las brumas
¡Cuántos siglos perdidas!
Al fondo de las tumbas
Al fondo de los mares
Al fondo del
murmullo de los vientos
Al fondo del silencio
He aquí los signos
¡Cuánto tiempo olvidados!
Pero entonces amigo ¿qué vas a decirnos?
¿Quién ha de comprenderte? ¿De dónde vienes?
¿En dónde estabas? ¿En
qué alturas en qué profundidades?
Andaba por la Historia del brazo
con la muerte
Oh hermano, nada voy a decirte
Cuando hayas tocado lo que nadie
puede tocar
Más que el árbol te gustará callar.
Ella
Ella daba dos pasos
hacia adelante
Daba dos pasos hacia atrás
El primer paso decía
buenos días señor
El segundo paso decía buenos días señora
Y los
otros decían cómo está la familia
Hoy es un día hermoso como una
paloma en el cielo
Ella llevaba una camisa ardiente
Ella tenía ojos de adormecedora
de mares
Ella había escondido un sueño en un armario oscuro
Ella
había encontrado un muerto en medio de su cabeza
Cuando ella llegaba dejaba una parte más hermosa muy lejos
Cuando
ella se iba algo se formaba en el horizonte para esperarla
Sus miradas estaban heridas y sangraban sobre la colina
Tenía los
senos abiertos y cantaba las tinieblas de su edad
Era hermosa como un
cielo bajo una paloma
Tenía una boca de acero
Y una bandera mortal dibujada entre los
labios
Reía como el mar que siente carbones en su vientre
Como el
mar cuando la luna se mira ahogarse
Como el mar que ha mordido todas
las playas
El mar que desborda y cae en el vacío en los tiempos
de abundancia
Cuando las estrellas arrullan sobre nuestras cabezas
Antes que el viento norte abra sus ojos
Era hermosa en sus horizontes
de huesos
Con su camisa ardiente y sus miradas de árbol fatigado
Como el cielo a caballo sobre las palomas.
Emigrante a América
Estrellas eléctricas
Se encienden en el viento
Y algunos signos astrológicos
han caído al mar
Ese emigrante que canta
Partirá mañana
Vivir
Buscar
Atado al barco
como a un horóscopo
Veinte días sobre el mar
Bajo las aguas
Nadan los pulpos vegetales
Detrás del horizonte abierto
El otro puerto
Entre el boscaje
Las rosas deshojadas
iluminan las calles
Estrella hija de estrellaHabía
signos en el aire
Había presagios en el cielo
Tenía que brotar la gracia de
repente
Con sus pasos de gloria
Con todos sus gérmenes sagrados
Con
su aliento de vida o muerteVenía la
belleza de quién sabe donde
Venía hacía mis ojos
Con su andar de
planeta seguro de su tiempo...
Es la ley misteriosa que de pronto se encarna
Y se hace realidad
en un instante.
El azar se presenta
Con todas sus fuerzas invencibles
El azar con sus constelaciones desatadas
Que súbito se anudan
Para cumplir con un destino en las piedras lentas
El aire vibra
de los sonidos de la vieja flauta
Una dulce amistad ha nacido en el mundo
Acaso un gran peligro se
yergue de su noche
La voz de un hombre
dice Estrella
Y tiembla como una estrella
El viento pasa y el azul amado
Deja caer su aroma
Para ungir las cabezas señaladas.
Ahí viene sobre dos
pies alados
Envuelta de música de nardos y de bosques
La gracia y la belleza
Entre los ruidos de las calles
Sobre sus pies alados
Aparece
de pronto entre los hombres y las casas
Y todo cae en el vacío
Los ruidos, las casas y
las calles
Como las ropas de una mujer que se desnuda
Sólo tú quedas en el
mundo
Sólo tu cuerpo como una flor inmensa
Que llena de universo.
¡Oh tierra cómo te has
hecho bella en un instante!
Dos miradas se cruzan
Y canta un árbol nuevo
Dos manos se entrelazan
Dos anhelos
se encuentran
Dos angustias se hablan en secreto
¿Por qué, razón?
Solo los
signos y el azar lo saben
Dos corazones reconocen
un impulso ciego
Y el camino que se abre al infinito.
Un hombre dice estrella
Y hay un temblor en los espacios
Un hombre dice Mar
Y las
olas se agrandan satisfechas
Un hombre dice Selva
Y los árboles comprenden su deber milenario
Un hombre dice Viento
Y todo se agita hasta la muerte
Estrella yo no te pido
tu destino
Ni exijo mas aroma a la flor de la tarde
Yo quiero solo una
amistad de anchas orillas
Un gran río profundo
Que embruje mi país
Y haga cantar las
aguas dormiladas
Que siempre creen olvidar su vida
La calle del azar
El punto mismo
Donde se encuentran los designios
Los ojos se adivinan
Se entornan suaves
Saben que juntos van a mirar las cosas
Los labios se presienten
Palpitan como flores que empiezan la jornada
¿Son besos? ¿Son
palabras?
¿Es un cambio de ideas a través de los años?
Por qué llegas tan
tarde a mi jardín
Por qué no apresuraste la marcha en las tinieblas?
¿Con qué
derecho el tiempo
Separa la flor del árbol que era suyo?
¿Por qué pone distancias
en los años?
¿No sabes que este trozo de tierra te aguardaba
Cansado de
cantar y de llamarte?
Yo te había elegido
Como la tierra el árbol de su gracia
Como el naufragio al barco más amado
Esto es grande y es triste
Porque no hay modo de cambiar los signos
Mi exaltación acaso te
asustaba
Ella era real como las tempestades
Perdona lo que venga y es que
ya ha nacido
No es culpa mía si el destino habla
Entre el cielo y la tierra
Hay algo grande que comienza
Tierra y cielo sienten temblar las
rocas y las nubes
Cielo y tierra son cómplices del sueño
Y sus pájaros nacientes
sin permiso
¿Serás mi estrella
Entre la vida y la muerte sorprendida?
Ven hacia mi más mía que mis huesos
Ven entre mirtos y mármoles
profundos
¡Oh cuerpo del ritmo eterno!
¡Oh la amistad de músicas y cielos
infinitos!
¡Oh belleza del mundo!
Permíteme acordarme de mí mismo
Eternidad
Palabras puntiagudas en el azul del viento
Y el enjambre que brilla y que no canta
LA NOCHE EN TU GARGANTA
Acaso Dios se muere
entre almohadones blancos
Bajo el agua gastada de sus párpados
El aire triangular
para colgar estrellas
Y sobre la verdura nativa de aquel mar
Ir buscando tus huellas
sin mirar hacia atrás
ExprésUna corona
yo me haría
De todas las ciudades recorridas
Londres Madrid París
Roma Nápoles Zurich
Silban en los llanos
locomotoras cubiertas de algas
AQUÍ
NADIE HE ENCONTRADO
de todos los ríos navegados
Yo me haría un collar
El
Amazonas El Sena
El Támesis El Rin
Cien embarcaciones sabias
Que han plegado las alas
Y mi
canción de marinero huérfano
Diciendo adiós a las playas
Aspirar el aroma del Monte Rosa
Trenzar las canas errantes del
Monte Blanco
Y sobre el Zenit del Monte Cenis
Encender en el sol
muriente
El último cigarro
Un silbido horada el aire
No es un juego de agua
ADELANTE
Apeninos gibosos
Marchan hacia el desierto
Las estrellas
del oasis
Nos darán miel de sus dátiles
En la montaña
El viento hace crujir las jarcias
Y todos los
montes dominados
Los volcanes bien cargados
Levarán el ancla
ALLÁ ME ESPERARÁNBuen viaje
Un poco
más lejos
Termina la tierraPasan los
ríos bajo las barcas
La vida ha de pasar
Fatiga
Marcho día y noche
como un parque desolado.
Marcho día y noche
entre esfinges caídas de mis ojos;
miro el cielo y su hierba que
aprende a cantar;
miro el campo herido a grandes gritos,
y el sol
en medio del viento.
Acaricio mi sombrero lleno de luz especial;
paso la mano sobre el
lomo del viento;
los vientos, que pasan como las semanas;
los
vientos y las luces con gestos de fruta y sed de sangre;
las luces,
que pasan como los meses;
cuando la noche se apoya sobre las casas,
y el perfume de los claveles gira en torno de su eje.
Tomo asiento, como el canto de los pájaros;
es la fatiga lejana y
la neblina;
caigo como el viento sobre la luz.
Caigo sobre mi alma.
He ahí el pájaro de los milagros;
he ahí
los tatuajes de mi castillo;
he ahí mis plumas sobre el mar, que
grita adiós.
Caigo de mi alma.
Y me rompo en pedazos de alma sobre el
invierno;
caigo del viento sobre la luz;
caigo de la paloma sobre
el viento.
Gare
La tropa desembarca
En el fondo de la noche
Los soldados olvidaron sus nombres
Bajo aquel humo cónico
El tren se aleja como un mensaje telefónico
En las espaldas de un mutilado
Las dos pequeñas alas se han plegado
Y en todos los caminos se ha perdido un estrella
Las nubes pasaron
balando hacia el Oriente
Alguien busca su propia huella
Entre las alas olvidadas
Uno
Dos
Diez
Veinte
Y aquella mariposa que jugó entre las flores de los cuadros
Revolotea en torno de mi cigarro.
Hijo
Las ventanas cerradas
y algunas decoraciones deshojadas
La noche viene de los ojos ajenos
Al fondo de los años
Un ruiseñor cantaba en vano
La luna viva
Blanca de la nieve que caía
Y sobre los recuerdos
una luz que agoniza entre los dedos
MAÑANA PRIMAVERA
Silencio familiar
bajo la bujías florecidas
Una canción
asciende sobre el humo
Y tú
Hijo
hermoso como un dios desnudo
Los arroyos que van lejos
Todo lo han visto los arroyos huérfanos
Un día tendrás recuerdos
Hija
Tengo
tu rostro entre las manos
Oh aire dulce retrato de aire
anillo del
mundo y del pasado
tu rostro de silencio
rostro de lámpara tierna
con qué facilidad te formas en mis ojos
como vuelves alegrando la
negrura.
Miseria del recuerdo
en el umbral del frío la selva se hace sueño
se desprenden las hojas
se mueren las miradas gota a gota.
Horas
El villorrio.
Un tren detenido sobre el llanto.
En cada
charco
duermen las estrellas sordas,
Y el agua tiembla.
cortinaje al viento
La noche cuelga en la arboleda.
En el campanario
florecido
Una gotera viva
Desangra las estrellas.
De cuando en cuando
Las horas maduras
Caen sobre la vida.
Ilusiones perdidas
Hoja del árbol caída en infancia
hoja caída de
rodillas
en el centro de su olvido
dulce juguete de esperanzas y
relámpagos
sangrando la cabeza malherida
como las ilusiones
ópticas
en su palacio de muerte inolvidable
constante barco de
corazón doliente
entre naufragio y sombra apresurada.
Hoja del nudo caído en árbol caído en infancia
adónde te
arrastran hoja de dulce corazón
y los excesos del fuego de las
águilas visuales
hojas de las ramas calefaccionables
detenidas en
el aire
prontas a podredumbre entre sus propios brazos
como las
aguas embrujadas.
Invierno para beberloEl
invierno ha llegado al llamado de alguien
Y las miradas emigran hacia
los calores conocidos
Esta noche el viento arrastra sus chales de
viento
Tejed queridos pájaros míos un techo de cantos sobre las avenidas
Oíd crepitar el arco iris mojado
Bajo el peso de los
pájaros se ha plegado
La amargura teme a las intemperies
Pero nos queda un poco de
ceniza del ocaso
Golondrinas de mi pecho qué mal hacéis
Sacudiendo
siempre ese abanico vegetal
Seducciones de antesala en grado de aguardiente
Alejemos en
seguida el coche de las nieves
Bebo lentamente tus miradas de justas
calorías
El salón se hincha con el vapor de las bocas
Las miradas
congeladas cuelgan de la lámpara
Y hay moscas
Sobre los suspiros
petrificados
Los ojos están llenos de un líquido viajero
Y cada ojo tiene un
perfume especial
El silencio es una planta que brota al interior
Si el corazón conserva su calefacción igual
Afuera se acerca el coche de las nieves
Trayendo su termómetro
de ultratumba
Y me adormezco con el ruido del piano lunar
Cuando
se estrujan las nubes y cae la lluvia
Cae
Nieve con gusto a universo
Cae
Nieve que huele a mar
Cae
Nieve perfecta de los violines
Cae
La nieve sobre las
mariposas
Cae
Nieve en copos de olores
La nieve en tubo inconsistente
Cae
Nieve a paso de flor
Nieva nieve sobre todos los rincones
del tiempo
Simiente de sonido de campanas
Sobre los naufragios más lejanos
Calentad vuestros suspiros en los bolsillos
Que el cielo peina sus
nubes antiguas
Siguiendo los gestos de nuestras manos
Lágrimas astrológicas sobre nuestras miserias
Y sobre la cabeza
del patriarca guardián del frío
El cielo emblanquece nuestra
atmósfera
Entre las palabras heladas a medio camino
Ahora que el
patriarca se ha dormido
La nieve se desliza se desliza
se desliza
Desde su barba pulida
La poesia es un atentado celeste
Yo estoy ausente pero
en el fondo de esta ausencia
Hay la espera de mí mismo
Y esta
espera es otro modo de presencia
La espera de mi retorno
Yo estoy
en otros objetos
Ando en viaje dando un poco de mi vida
A ciertos
árboles y a ciertas piedras
Que han esperado muchos años
Se cansaron de
esperarme y se sentaron
Yo no estoy y estoy
Estoy ausente y estoy presente en estado de espera
Ellos querrían mi
lenguaje para expresarse
Y yo querría el de ellos para expresarlos
He aquí el equívoco el atroz equívoco
Angustioso lamentable
Me voy adentrando en estas plantas
Voy dejando mis ropas
Se me van
cayendo las carnes
Y mi esqueleto se va revistiendo de cortezas
Me estoy haciendo árbol
Cuántas veces me he ido convirtiendo en otras cosas...
Es
doloroso y lleno de ternura
Podría dar un grito
pero se espantaría la transubstanciación
Hay que guardar silencio
Esperar en silencio
La vida es sueñoLos ojos
andan de día en día
Las princesas posan de rama en rama
Como la
sangre de los enanos
Que cae igual que todas sobre las hojas
Cuando llega su hora de
noche en nocheLas hojas
muertas quieren hablar
Son gemelas de voz dolorida
Son la sangre
de las princesas
Y los ojos de rama en rama
Que caen igual que los astros viejos
Con las alas rotas como corbatas La sangre
cae de rama en rama
De ojo en ojo y de voz en voz
La sangre cae
como corbatas
No puede huir saltando como los enanos
Cuando las princesas pasan
Hacia sus astros doloridos
Como las
alas de las hojas
Como los ojos de las olas
Como las hojas de los ojos
Como
las olas de las alasLas horas
caen de minuto en minuto
Como la sangre
Que quiere hablar
MarinoAquel
pájaro que vuela por primera vez
Se aleja del nido mirando hacia
atrásCon el
dedo en los labios
os he
llamadoYo inventé
juegos de agua
En la cima de los árbolesTe hice la
más bella de las mujeres
Tan bella que enrojecías en las tardes
La luna se aleja de nosotros
Y arroja una corona sobre el poloHice
correr ríos
que nunca han existidoDe un
grito elevé una montaña
Y en torno bailamos una nueva danza
Corté todas las rosas
De las nubes del esteY enseñé a
cantar un pájaro de nieveMarchemos
sobre los meses desatadosSoy el
viejo marino
que
cose los horizontes cortados
Me alejo en silencio como una cinta
de seda...
Me alejo en silencio como una cinta de seda
Paseante de arroyos
Todos los días me ahogo
En medio de plantaciones de plegarias
Las
catedrales de mis ternuras cantan a la noche bajo el agua
Y esos
cantos forman las islas del mar
Soy el paseante
El
paseante que se parece a las cuatro estaciones
El bello pájaro
navegante
Era como un reloj envuelto en algodón
Antes de volar me
ha dicho tu nombre
El horizonte colonial
está cubierto todo de cortinajes
Vamos a dormir bajo el árbol
parecido a la lluvia
Monumento al mar
Paz sobre la
constelación cantante de las aguas
Entrechocadas como los hombros de
la multitud
Paz en el mar a las olas de buena voluntad
Paz sobre
la lápida de los naufragios
Paz sobre los tambores del orgullo y las
pupilas tenebrosas
Y si yo soy el traductor de las olas
Paz
también sobre mí.
He aquí el molde lleno
de trizaduras del destino
El molde de la venganza
Con sus frases
iracundas despegándose de los labios
He aquí el molde lleno de gracia
Cuando eres dulce y estás allí hipnotizado por las estrellas
He aquí la muerte
inagotable desde el principio del mundo
Porque un día nadie se
paseará por el tiempo
Nadie a lo largo del tiempo empedrado de
planetas difuntos
Este es el mar
El
mar con sus olas propias
Con sus propios sentidos
El mar tratando
de romper sus cadenas
Queriendo imitar la eternidad
Queriendo ser
pulmón o neblina de pájaros en pena
O el jardín de los astros que
pesan en el cielo
Sobre las tinieblas que arrastramos
O que acaso
nos arrastran
Cuando vuelan de repente todas las palomas de la luna
Y se hace más oscuro que las encrucijadas de la muerte
El mar entra en la
carroza de la noche
Y se aleja hacia el misterio de sus parajes
profundos
Se oye apenas el ruido de las ruedas
Y el ala de los
astros que penan en el cielo
Este es el mar
Saludando allá lejos
la eternidad
Saludando a los astros olvidados
Y a las estrellas
conocidas.
Este es el mar que se
despierta como el llanto de un niño
El mar abriendo los ojos y
buscando el sol con sus pequeñas
manos temblorosas
El mar empujando las olas
Sus olas que barajan
los destinos
Levántate y saluda el
amor de los hombres
Escucha nuestras risas
y también nuestro llanto
Escucha los pasos de millones de esclavos
Escucha la protesta interminable
De esa angustia que se llama hombre
Escucha el dolor milenario de los pechos de carne
Y la esperanza que
renace de sus propias cenizas cada día
También nosotros te
escuchamos
Rumiando tantos astros atrapados en tus redes
Rumiando
eternamente los siglos naufragados
También nosotros te escuchamos
Cuando te revuelcas en
tu lecho de dolor
Cuando tus gladiadores se baten entre sí
Cuando tu cólera hace
estallar los meridianos
O bien cuando te agitas como un gran mercado
en fiesta
O bien cuando maldices a los hombres
O te haces el
dormido
Tembloroso en tu gran telaraña esperando la presa.
Lloras sin saber por
qué lloras
Y nosotros lloramos creyendo saber por qué lloramos
Sufres sufres como sufren los hombres
Que oiga rechinar tus dientes
en la noche
Y te revuelques en tu lecho
Que el insomnio no te deje
calmar tus sufrimientos
Que los niños apedreen tus ventanas
Que te
arranquen el pelo
Tose tose revienta en sangre tus pulmones
Que
tus resortes enmohezcan
Y te veas pisoteado como césped de tumba
Pero soy vagabundo y
tengo miedo que me oigas
Tengo miedo de tus venganzas
Olvida mis
maldiciones y cantemos juntos esta noche
Hazte hombre te digo como yo
a veces me hago mar
Olvida los presagios funestos
Olvida la
explosión de mis praderas
Yo te tiendo las manos como flores
Hagamos las paces te digo
Tú eres el más poderoso
Que yo estreche
tus manos en las mías
Y sea la paz entre nosotros
Junto a mi corazón te
siento
Cuando oigo el gemir de tus violines
Cuando estás ahí
tendido como el llanto de un niño
Cuando estás pensativo frente al
cielo
Cuando estás dolorido en tus almohadas
Cuando te siento
llorar detrás de mi ventana
Cuando lloramos sin razón como tú lloras
He aquí el mar
El
mar donde viene a estrellarse el olor de las ciudades
Con su regazo
lleno de barcas y peces y otras cosas alegres
Esas barcas que pescan
a la orilla del cielo
Esos peces que escuchan cada rayo de luz
Esas algas con sueños seculares
Y esa ola que canta mejor que las
otras
He aquí el mar
El
mar que se estira y se aferra a sus orillas
El mar que envuelve las
estrellas en sus olas
El mar con su piel martirizada
Y los
sobresaltos de sus venas
Con sus días de paz y sus noches de histeria
Y al otro lado qué hay
al otro lado
Qué escondes mar al otro lado
El comienzo de la vida
largo como una serpiente
O el comienzo de la muerte más honda que tú
mismo
Y más alta que todos los montes
Qué hay al otro lado
La
milenaria voluntad de hacer una forma y un ritmo
O el torbellino
eterno de pétalos tronchados
He ahí el mar
El mar
abierto de par en par
He ahí el mar quebrado de repente
Para que
el ojo vea el comienzo del mundo
He ahí el mar
De una ola a la
otra hay el tiempo de la vida
De sus olas a mis ojos hay la distancia
de la muerte
Niño
Aquella casa
sentada en el tiempo
Sobre las nubes
que alejaba el viento
Iba un pájaro muerto
Caen sus plumas sobre el otoño
|El balandro resbala
Un niño sin alas
|Y bajo la sombra de los mástiles
Mira en la ventana
|Los peces temen trizar el agua
Se olvidó el nombre de
la madre
Tras la puerta que bate
como una bandera
El techo está agujereado de estrellas
El abuelo duerme
Cae de su barba
un poco de nieve
Noche
Sobre la
nieve se oye resbalar la noche.
La canción
caía de los árboles,
Y tras la niebla daban voces.
De una
mirada encendí mi cigarro.
Cada vez que abro los
labios
Inundo de nubes el vacío.
En el puerto,
Los mástiles están llenos de nidos,
Y el viento
gime entre las alas de los pájaros.
LAS
OLAS MECEN AL NAVÍO MUERTO
Yo en la orilla silbando,
Miro la estrella que humea entre mis dedos
Paquebot
He visto una mujer hermosa
Sobre el mar del Norte
Todas las aguas eran su cabellera
Y en su mirada vuelta hacia las playas
Un pájaro silbaba
Las
olas truenan tan roncas
Que mis
cabellos han caído
Recostada sobre la lejanía
Su vientre y su pecho no latían
Sin embargo sus lágrimas vivían
Inclinado sobre mis días
bajo tres soles
Miraba allá lejos
El paquebot errante que cortó en dos el horizonte
Para llorar
Es para llorar que buscamos nuestros ojos
Para sostener nuestras
lágrimas allá arriba
En sus sobres nutridos de nuestros fantasmas
Es para llorar que
apuntamos los fusiles sobre el día
Y sobre nuestra memoria de carne
Es para llorar que apreciamos nuestros huesos
y a la muerte sentada junto a la novia
Escondemos nuestra voz de
todas las noches
Porque acarreamos la desgracia
Escondemos
nuestras miradas bajo las alas de las piedras
Respiramos más
suavemente que el cielo en el molino
Tenemos miedo
Nuestro cuerpo cruje en
el silencio
Como el esqueleto en el aniversario de su muerte
Es
para llorar que buscamos palabras en el corazón
En el fondo del
viento que hincha nuestro pecho
En el milagro del viento lleno de
nuestras palabras
La muerte está
atornillada a la vida
Los astros se alejan en el infinito y los
barcos en el mar
Las voces se alejan en el aire vuelto hacia la nada
Los rostros se alejan entre los pinos de la memoria
Y cuando el vacío
está vacío bajo el aspecto irreparable
El viento abre los ojos de los
ciegos
Es para llorar para llorar
Nadie comprende
nuestros signos y gestos de largas raíces
Nadie comprende la paloma
encerrada en nuestras palabras
Paloma de nube y de noche
De nube
en nube y de noche en noche
Esperamos en la puerta el regreso de un
suspiro
Miramos ese hueco en el aire en que se mueven los que
aún no han nacido
Ese hueco en que
quedaron las miradas de los ciegos estatuarios
Es para poder llorar
es para poder llorar
Porque las lágrimas deben llover sobre las
mejillas de la tarde
Es para llorar que la
vida es tan corta
Es para llorar que la vida es tan larga
El alma salta de
nuestro cuerpo
Bebemos en la fuente que hace ver los ojos ausentes
La noche llega con sus corderos y sus selvas intraducibles
La noche
llega a paso de montaña
Sobre el piano donde el árbol brota
Con
sus mercancías y sus signos amargos
Con sus misterios que quisiera
enterrar en el cielo
La ciudad cae en el saco de la noche
Desvestida de gloria y de prodigios
El mar abre y cierra su puerta
Es para llorar para llorar
Porque nuestras lágrimas no deben
separarse del buen camino
Es para llorar que
buscamos la cuna de la luz
Y la cabellera ardiente de la dicha
Es
la noche de la nadadora que sabe transformarse en fantasma
Es para
llorar que abandonamos los campos de las simientes
En donde el árbol
viejo canta bajo la tempestad como
la
estatua del mañana
Es para llorar que
abrimos la mente a los climas de impaciencia
Y que no apagamos el
fuego del cerebro
Es para llorar que la
muerte es tan rápida
Es para llorar que la muerte es tan lenta
Quiero desaparecer y no
morir... (De poemas póstumos)
Quiero desaparecer y no
morir
Quiero no ser y perdurar
Y saber que perduro
Llamo a las puertas de la muerte
Y me retiro
Llamo a la vida y huyo avergonzado
Quiero ser toda mi alma y no lo puedo
Quiero todo mi cuerpo y no lo logro.
Ruta
Última lluvia
Los Angeles heridos
Dejarán hoy el hospital
He olvidado la canción comenzada
Aquel pájaro que voló de mi pecho
Ha perdido el camino
Bajo los puentes
el río muere de trecho en trecho
DÓNDE ESTÁS
Sigue tu marcha tras de mis canciones
La ruta ciega
como los lagos secos
Todas las estrellas han caído
Y las que cuelgan en las ramas
Caerán también
En el boscaje oblicuo
se quedó mi canción
Última lluvia
La luna y el pañuelo
Se secaban al sol
Señora
Señora hay demasiados pájaros
En vuestro piano
Que atrae el otoño
sobre una selva
Espesa de nervios palpitantes y libélulas
Los árboles en arpegios
insospechados
A veces pierden la orientación del globo
Señora lo soporto todo.
Sin cloroformo
Desciendo al fondo del alba
El ruiseñor rey de
setiembre me informa
Que la noche se deja caer entre la lluvia
Burlando la vigilancia de vuestras miradas
Y que una voz canta lejos
de la vida
Para sostener el espacio desclavado
El espacio tan
lleno de estrellas que se va a caer
Señora a las diez huele
a tabaco de artista
Amáis el nadir a cuerpo de pájaro
Sois un
fenómeno ligero
Me voy solitario hacia el ocaso de los turistas
Es
mucho más bello
Solitario invencible
Resbalando
Como
canasta de amarguras
Con mucho silencio y mucha luz
Dormido de
hielos
Te vas y vuelves a ti mismo
Te ríes de tu propio sueño
Pero suspiras poemas temblorosos
Y te convences de alguna esperanza
La ausencia el hambre
de callar
De no emitir más tantas hipótesis
De cerrar las heridas
habladoras
Te da una ansia especial
Como de nieve y fuego
Quieres volver los ojos a la vida
Tragarte el universo entero
Esos
campos de estrellas
Se te van de la mano después de la catástrofe
Cuando el perfume de los claveles
Gira en torno de su eje
Sombra
La sombra es un pedazo
que se aleja
Camino de otras playas
En mi memoria un
ruiseñor se queja
Ruiseñor de las batallas
Que canta sobre todas
las balas
HASTA
CUÁNDO SANGRARÁN LA VIDA
La misma luna herida
No tiene sino una ala
El corazón hizo su nido
En medio del vacío
Sin embargo
Al borde
del mundo florecen las encinas
Y LA PRIMAVERA VIENE SOBRE LAS GOLONDRINAS
Una mirada para abatir los albatros
Una mirada
para abatir al albatros
Dos miradas
para detener el paisaje
al borde del río
Tres miradas
para cambiar la niña
en volantín
Cuatro miradas
para sujetar el tren que
cae en abismo
Cinco miradas
para volver a encender las estrellas
apagadas por el huracán
Seis miradas
para impedir el nacimiento
del niño acuático
Siete miradas
para prolongar la vida de
la novia
Ocho miradas
para cambiar el mar
en cielo
Nueve miradas
para hacer bailar los
árboles del bosque
Diez miradas
para ver la belleza que se presenta
entre un sueño y una catástrofe
Vaso
La puerta
abierta hacia la noche,
y el pájaro sonámbulo en los bosques
Bebe
Esas auroras rojas.
Los dioses blancos de tu boca
ahogándose en el vaso.
Aquel mar es tan
profundo
Que temblaban los barcos.
Sigamos.
Mis ojos entre el humo
Y a la orilla del mundo
Tu mano
tendida a los naufragios.
Ahora nadie canta
El planeta vacío que
dormía en la copa
Está en mi garganta.
Pequeño ruiseñor
POR QUÉ MURIÓ
He buscado en tu cuerpo la canción
Alguien lleva un tesoro entre las manos
ES UN ASTRO APAGADO
Ó
UNA ROSA MADURA
Tantas plumas
Tantas plumas
Y mi pecho desierto
Ayer henchido de versos
Viajero
Qué clima es éste de arenas movedizas y fuera de su edad
Qué país de
clamores y sombreros húmedos
En vigilancia de horizontes
Qué gran
silencio por la tierra sin objeto
Preferida sólo de algunas palabras
Que ni siquiera cumplen su destino
No es cambiar la tristeza por una
ventana o una flor razonable
Ni es un mar en vez de un recuerdo
Es
una aspiración adentro de su noche
Es la vida con todas sus semillas
Explicándose sola y decorada como montaña que se despide
Es la lucha
de las horas y las calles
Es el aliento de los árboles invadiendo las
estrellas
Son los ríos derrochados
Es el hecho de ser amado y sangrar entre
las alas
De tener carne y ojos hacia toda armonía
Y bogar de fondo
a fondo entre fantasmas reducidos
Y volar como muertos en torno al
campanario
Andar por el tiempo huérfano de sus soles
De sueño a
realidad y realidad a visión enredada de noche
Y siempre en nombre en
diálogo secreto
En salto de barreras siempre en hombre
18
Heme aquí al borde del
espacio y lejos de las circunstancias
Me voy tiernamente como una luz
Hacia el camino de las apariencias
Volveré a sentarme en las rodillas
de mi padre
Una hermosa primavera refrescada por el abanico de las
alas
Cuando los peces deshacen la cortina del mar
Y el vacío se
hincha por una mirada posible
Volveré sobre las aguas
del cielo
Me gusta viajar como el
barco del ojo
Que va y viene en cada parpadeo
He tocado ya seis
veces el umbral
Del infinito que encierra el viento
Nada en la vida
Salvo un grito de antesala
Nerviosas oceánicas qué desgracia nos
persigue
En la urna de las flores impacientes
Se encuentran las
emociones en ritmo definido